DOS: VOLUMEN.

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Habían pasado cuatro días desde que JiSung le dijo un piropo a Felix. El australiano creía que JiSung jugaba con él ese día o simplemente había sido un reto de algún miembro. En cambio el coreano no encontraba la situación para decirle alguna indirecta, así que cuando vio la oportunidad y tuvo una idea, no la dejó ir.

Estaban todos en la sala haciendo distintas cosas, ChangBin abrazaba y mimaba a JeongIn, mientras que Chan les decía que no se pasaran, MinHo estaba con SeungMin y HyunJin jugando videojuegos, JiSung hablaba con Chan mientras controlaban a la parejita, Felix alentaba a los jugadores y WooJin estaba con el teléfono móvil. Había un clima agradable, no habían gritos y tampoco había silencio del todo, tonos normales y sin ruidos de tecnología.

En un momento, del parlante de WooJin sonaron risas y una canción ruidosa de fondo. Todos se asustaron y WooJin intentó apagar el volumen del teléfono a las apuradas y nervioso. Cuando logró apagar el volumen todos lo miraron curiosos, las mejillas del mayor se pintaron de rojo fuerte y siguió metido en su teléfono. Todos volvieron a lo suyo hasta que les dio hambre y mandaron al pobre e iluso Felix a buscar alimento para nueve personas, podría haber ido cualquier otro miembro, pero él cayó en el chantaje de Chan.

Cuando se paraba de puntitas para llegar a un mueble, JiSung lo abrazó por la espalda, envolviendo sus brazos en su torso y apoyando su cabeza en el hombro del pecoso. Acercó su boca al oído ajeno y habló con sus labios rozando la oreja ajena.

-¿Necesitas que te baje el volumen?

-¿Qué? -preguntó Felix confundido, pensó que tal vez su coreano había equivocado la traducción.

-Porque estás muy fuerte.

JiSung ignoró la pregunta de Felix, sabía que él había entendido lo que le dijo y solo estaba confundido. Apreció de cerca el sonrojo de las mejillas de Felix y observo cada detalle de su rostro, aprovechando la escasa distancia.

El pecoso bajó su rostro y lo giró, intentando ocultar su sonrojo, pero resultó imposible cuando estaba tan rojo que hasta sus orejas estaban de color carmesí.

JiSung pensó que se veía tierno y que ya había logrado su cometido. Así que dio un pequeño apretón en la cintura de Felix y se fue, llevándose consigo un paquete de frituras y dejando en la cocina los latidos acelerados de Felix.

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