piropos.

CINCO: DULCE.

Actualmente tenían día libre y estaban todos disfrutando a su manera. Chan estaba en la cocina preparándose algo para comer y ver una película en la sala con SeungMin, quien lo molestaba mientras él cocinaba. MinHo había salido con WooJin y HyunJin a hacer compras en el centro comercial. Felix estaba sentado en la sala comiendo dulces que había ido a comprar con la maknae line tiempo atrás, JiSung estaba con él jugando videojuegos. Y finalmente ChangBin estaba comiendo la boca de JeongIn en su habitación.

-¡No, no, no! ¡Mierda! -exclamó JiSung cuando su personaje fue asesinado por otro jugador.

Dejó el joystick en el piso, frustrado por haber perdido la partida y enojado porque un jugador novato lo había asesinado. Decidió dejar el vídeojuego unos minutos solo para prestarle atención a Felix, que lo veía jugar y comía dulces.

Se dedicó a observarlo un rato y apreciar cada detalle de su bello ser. Vio sus pecas, tapadas muy ligeramente con maquillaje, y le parecieron hermosas y no entendió la necesidad de cubrirlas. Vio sus labios gruesos, de un color rojo y brillantes por la paleta, quiso besarlos y probarlos, necesitaba saber si eran tan suaves como parecían. También vio sus brillantes ojos oscuros, notó que era observado y eso dio inicio a un ataque de nerviosismo.

Apartó la mirada de su amigo y rascó su nuca y cabello, nervioso por el hecho de que Felix también lo observaba casi tanto como él mismo lo observaba.

-Hyung, ¿quiere? -ofreció Felix, cortando lo que JiSung clasificaría como un momento incómodo y tenso.

-Uhm, si.

Él no sabía muy bien a qué había accedido, pero aun así dijo que si.

Felix dejó la bolsa de dulces a la vista de JiSung y la abrió un poco, entones él entendió que accedió a un dulce.

-¿Qué dulce quiere?

-Tus labios.

JiSung respondió sin pensar. No era su intención ser tan directo, pero la verdad es que en su mente se reproducían distintos escenarios donde probaba los labios de Felix.

Aun así fingió que todo estaba en sus planes y tenía todo bajo control. Miró a Felix, él se había sonrojado y estaba nervioso. Otra vez, no entendía a JiSung.

-¿Qué?

JiSung se paró, robó un dulce al azar y se acercó al oído de Felix para poder susurrar.

-Quiero tus labios.

Dio un pequeño y fugaz beso en la mejilla del pelinaranjo y salió de la sala directo a su habitación con el corazón a mil latidos por segundo.

Lee seguía avergonzado, sus mejillas y orejas estaban rojas, tenía una sonrisa boba y la mirada pérdida. No entendía nada de lo que pasaba, pero empezaba a agradarle.