piropos.

FIN: ARTE.

Estaban todos en el techo de un edificio grabando el dance practice de Victory Song, habían terminado de grabar y estaban sacándose fotos o jugando entre ellos. Felix dejó de sacarse fotos con WooJin y fue a sacarse fotos con JiSung, quien había estado observándolo en secreto.

-¡Hola, hyung! -saludó Felix con una sonrisa.

-Hola.

La sonrisa de Felix era tan grande que llegaba a sus ojos y causaba que se achicaran, estaba divirtiéndose demasiado con los demás. JiSung se dedicó a admirarlo.

Admiró cada centímetro de su cuerpo; admiró sus pestañas, sus labios remojados con su saliva y la preciosa e inocente curva que formaban, admiró cada peca que había cubierto con maquillaje, sus ojos achinados por sus sonrisa, admiró cada detalle suyo, y terminó dándose cuenta de lo mucho que de verdad le gustaba.

Entonces, por primera vez en mucho tiempo, JiSung notó cuánto en realidad quería a Felix y lo mucho que le gustaba.

-Hyung, vamos a sacarnos fotos.

Felix se acercó más a JiSung y posaron, después de eso el australiano sacó muchas fotos que luego se dedicó a analizar y eliminar junto a JiSung. En realidad, el coreano estudiaba así nomas como se veía y después contemplaba a Felix, lo contemplaba con tanto cariño y aprecio que sus ojitos brillaban en adoración.

JiSung descubrió que Felix era arte. Era tan difícil de entender y conocer, pero valía tanto la pena y era tan hermoso de todas las maneras posibles. Estaba convencido de que era arte.

-Felix, ¿te digo algo?

-Digame, hyung.

-Hay muchos tipos de artes distintos, pero tú eres mi favorito.

Felix se sorprendió, el mayor lo consideraba arte ¿como era eso posible? ¿Como es que alguien podía considerarlo arte? ¿Eso no era completamente imposible? Pero, entonces, Felix vio el brillo en los ojos de JiSung, y supo que lo decía muy en serio.

Los ojitos de Felix brillaron, sus mejillas se colorearon de un suave color carmín y su sonrisa se ensanchó más. Su corazón dejó de latir a ritmo normal para empezar a latir rápido y suave, ya no se aceleraba al punto de molestarlo, estaba a gusto con ello.

Felix se sintió feliz gracias a JiSung y supo que aquel muchacho de mejillas adorables era la fuente de su felicidad. Y, sin decirlo, fueron conscientes de que eran su mutua felicidad.