"Vaina"

Parte 20: Resurreción

20-Resurreción

**Starrk**

El corazón podría salírseme del pecho si aún pudiera oír sus latidos, lo que me produce más angustia. Corro y corro sin detenerme, sin saber dónde ir, jadeando como un animal herido desorientado. Solo veo sombras a mi alrededor y noto como mis piernas corren más de lo que nunca han podido, como si estuviera recorriendo miles de millas en poco tiempo. Doy un alarido cuando me tropiezo con una rama que atraviesa mi muslo por ambos lados y caigo al suelo quedándome tumbado boca arriba sobre la hierba con la respiración agitada. ¿Qué me está pasando?.....mi vista, mis reflejos....

Me tenso al oír el sonido de los pájaros que están lejos de donde estoy, incluso el ruido de los insectos del suelo andando por la hierba. Mi pecho asciende y desciende notablemente y el terror sigue apoderándose de mí. Yo...debería haber muerto en la hoguera...recuerdo haber subido al estrado en medio de nuestro pueblo...oír los gritos de mi padre desde la celda donde le tenían para ver el macabro espectáculo...aún siento nauseas ante el olor de mi propia carne quemada y sin embargo, sigo aquí...

-Ah.....ah....Soujun.....- noto como las lágrimas recorren mi rostro al pensar en el hombre que ocupa siempre mis pensamientos desde hace años. Mi Soujun....mi señor....mi amor....

Abro los ojos de par en par cuando veo que está amaneciendo y me incorporo arrancándome la rama que está en mi muslo viendo como mi carne se regenera ante mi sorpresa. Doy un jadeo ronco cuando la luz del sol me golpea la espalda y noto como mi piel empieza a quemarse igual que cuando estuve en la hoguera. No.....¡¡NO!!!!

-¡¡AAAARGGGGGH!!!!!- Me abrazo a mí mismo cayendo de rodillas por el dolor tan lacerante y de repente veo como un manto de piel de animal cae sobre mí cubriéndome por entero. Unas manos me agarran para levantarme y hacerme correr lejos del sol hasta empujarme dentro de una cueva donde caigo de bruces y me quito el manto viendo a la persona que está a mi lado asegurando la entrada de la cueva para que no entre nada de luz.

-Tú.....quién.....- el desconocido va totalmente tapado de pies a cabeza con un hábito típico de monje y me acerco sigiloso a él viendo su mano descubierta. Tiene los dedos largos y finos, una piel muy blanca que me hace tragar saliva al ver sus venas por debajo. Dios... ¡pero en que estoy pensando!!

-Apártate.....no te acerques... ¡No!- me tiro del pelo al sentir una sed insaciable que me hace gritar descontrolado hasta que el desconocido me agarra la cabeza y me da tal patada en la mandíbula que me deja inconsciente durante horas....

**Soujiro**

Me masajeo los ojos notando como el cansancio se apodera de mí. Llevo toda la noche haciendo el conjuro para salvar a Zangetsu y tengo cortes en los brazos por sus ataques. Bueno...eso es síntoma de que he logrado mi primer sello. Mi magia se vuelve más poderosa, me encanta ser brujo...

-Soujiro, te traigo algo para comer que....- a Maki se le cae la bandeja de las manos al ver mis heridas y se acerca corriendo agarrándome los brazos.

-¿qué ha pasado?? ¡Estás sangrando!-

-Es parte del hechizo, pero ahora todo está bien. Deberías descansar, esta amaneciendo- Maki se inclina a lamer las heridas de mis manos y eso hace que toda mi piel se erice al sentir su lengua ardiente. Cuando nuestros ojos se cruzan, veo el brillo de preocupación y hambre en ellos y sé que no puedo dejarle así. Lo que le hice....en lo que le convertí....jamás podré perdonarme. Llevo usándole como mi guardián todos estos años y en especial porque fui yo, el que llevado por la ira, le apuñalé arrancándole la vida. Se dejó manipular....el que yo experimentara con su cuerpo...