Rosa Pastel [SEHO]

2. JunMyeon

SuHo intentaba concentrarse en preparar los tragos de las mesas vip, pero le estaba costando  de sobremanera, la fuerte mirada de aquel muchacho, lo estaba poniendo nervioso. Levantó la mirada conectándola con la del joven Oh, se removió incómodo, porque ese chico lo miraba tanto, ¿Se habrá arrepentido de ayudarlo? —pensó, comenzando a preocuparse.

Se sobresaltó al sentir una mano en su cintura. Al volverse encontró a Lay, uno de sus compañeros de trabajo.

—¿Te asusté? —preguntó sonriendo.

—Un poquito... —respondió, sintiéndose algo incómodo por el inexistente conocimiento de espacio personal que tenía Lay.

—Me dijeron que resbalaste... ¿Estás bien?

El pelirrosa asintió, y con un sutil movimiento, quitó la mano de Lay. —Fue un accidente tonto... —murmuró con una bonita sonrisa avergonzada.

Los ojos de Lay brillaron y se quedaron un momento en la sonrisa de SuHo. —¿Cuándo aceptarás tener una cita conmigo? —preguntó Lay. SuHo sonrió, Lay era un buen amigo, y a pesar de su insistencia, sinceramente no lo veía más que a eso. Antes de poder contestar, la estridente voz de Kris los sobresaltó.  —¡No te pago para que estés perdiendo el tiempo Kim!

—Mi culpa Señor. Le estaba preguntando cómo preparar uno de los tragos —Lay intentó ayudar, ya que Kris parecía querer abofetear a SuHo.

—Una pregunta poco apropiada para el barman principal —gruñó Kris, sin apartar la mirada del pelirrosa.—Ve a terminar los pedidos. Espero que seas capaz de hacerlo sin la ayuda de Kim.

—¡Y tú! —. SuHo contuvo la respiración . —¡Ve a mi oficina y espérame ahí! —dicho esto, Kris se alejó.

SuHo botó el aire que retenía. De seguro el tipo lo despediría. Maldita su suerte, y tanto que le había costado encontrar ese trabajo.

Caminando arrastrando los pies, SuHo se dirigió a la oficina de su nada agradable jefe, en eso su amigo MinSeok, que trabajaba atendiendo las mesas, notando su decaimiento, lo agarró por el brazo y preguntó:

—¿Qué pasa bebé?

JunMyeon lo miró y suspirando dijo: —Lo de siempre, el pesadito de Kris...

—Ese tipo debe llevar una vida sexual malísima, no es normal que esté siempre de tan mal humor...— murmuró MinSeok, logrando que el otro sonriera. —¿Pero qué ha pasado?

SuHo se frotó el cuello y dijo, sus mejillas comenzando a colorear —El piso estaba mojado, me resbalé... y bueno, la bandeja que traía fue a parar sobre un grupo de chicos...

—¡¿Fuiste tú?! —exclamó MinSeok riendo a carcajadas.

—¡No te burles de mi! —gritó SuHo, dedicándole el más tierno de los pucheros. —Suficiente fue con el enfado del bonito niño rico...

—¿Bonito? —preguntó MinSeok alzando una ceja, interesado. SuHo sonrió. —Deja de poner esa cara, que lo de bonito, lo tiene de pesado y prepotente...

—¿Pesado y prepotente? Espero que no estés hablando de mí —dijo una voz tras ellos.

SuHo se volteó, y ahí estaba él, sonriéndole, tan guapo y confiado en toda su impresionante altura, SuHo se sintió tan diminuto e insignificante.

—Señor... —exclamó, inclinándose en una pronunciada venia, esperaba que su cara no estuviera tan colorada como la sentía.

—Mis hermanos están preocupantemente sobrios, y es toda tu culpa...

SuHo alzó la cabeza, con la boquita ligeramente entreabierta y los ojos muy abiertos, lo había olvidado, jodidamente había olvidado llevar el pedido, se dio una patada mental. De pronto SeHun para su sorpresa, se acercó hasta casi susurrarle en el oído. —Como camarero estás siendo realmente negligente, primero, derramas y nada más que en mis pantalones todos los jodidos tragos, luego.... y a pesar de mi insistente mirada, no has traído mi pedido... ahora, enserio me estás haciendo enojar...