3. Guardián

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Las cosas para JunMyeon no mejoraron en el transcurso de los días, si bien logró conseguir trabajo en una pequeña cafetería, difícilmente le alcanzaba para costear lo que necesitaban para sobrevivir.

El cumpleaños de los gemelos se sintió realmente decepcionado, si bien los niños eran muy pequeños para entender de regalos, tortas, y celebraciones, JunMyeon al no tener dinero ni para un pastel, se sintió como un fracaso de guardián.

Estas últimas semanas se había desvivido para juntar dinero, lavó platos, repartió volantes, paseó perros, pintó casas, entregó comida, incluso barrió calles; si el trabajo era honrado, él nunca despreciaba la oportunidad de conseguir dinero, pero Lynda enfermó, y los exámenes nuevamente lo desfalcaron; él agradecía que contaba con ese dinero, peor hubiera sido no tener como pagarlos.

De igual forma se las arregló para prepararles un lindo pastel de chocolate. Digamos que a JunMyeon no se le daba bien cocinar, pero al terminar se sintió orgulloso de su creación.

Al escuchar el timbre, los gemelos corrieron a la puerta emocionados, sabían que KyungSoo estaba tras ella. —Mami, Mami, Mami —gritaban apurando a JunMyeon, ellos tenían estrictamente prohibido abrir la puerta, y JunMyeon no se andaba con juegos con respecto a las normas de seguridad.

Rápidamente JunMyeon abrió la puerta a su amigo, sonrió al verlo.

–Llegas temprano —dijo JunMyeon.

KyungSoo rio al ver su cara llena de merengue, ya podía imaginar el descomunal desastre que JunMyeon debía tener en la cocina. Entrando a la casa, se las arregló para tomar en sus brazos a los dos niños, que luchaban entre ellos para abrazarlo.

—¡Mira! —dijo JunMyeon, arrastrándolo a la cocina, y que emocionado le indicaba un adorable pastel, que se inclinaba extrañamente hacia un lado.

–¡Omo! —dijo KyungSoo apreciativamente —Niños, su pastel es el mejor pastel del mundo. —concluyó sonriendo a los pequeños. Ellos aplaudieron emocionados, si su hyung lo decía, debía ser cierto. JunMyeon rio bajito, se le había medio quemado, y extrañamente no había subido como en la revista que sacó la receta. Esperaba que el sabor estuviera bien, a pesar de todos esos "inconvenientes" se sentía orgulloso de su deforme pastel.

—Cuidaré a los niños mientras tú —señaló la cocina —limpias...

JunMyeon miró a su alrededor, notando el tremendo desastre que había dejado tras su intento de pastel. Suspiró, él era un horrible cocinero. —KyungSoo.... —se quejó en un puchero. Éste rio y volvió a la cocina.

—Bien, bien, te ayudaré, —dijo dejando a los niños en el suelo, y agregó mirando a los pequeños que no se querían soltar de sus piernas.

—Una sorpresa les está esperando en algún lugar de la casa, deberán ir a buscar. —Los ojitos de los niños brillaron de emoción, y raudos salieron corriendo a buscar por el pequeño apartamento lo que KyungSoo había señalado. JunMyeon sonrió, ayer por la noche su amigo había traído unos enormes paquetes, que con dificultad escondieron en su habitación.

—¿Y Lynda? —preguntó KyungSoo, tomando una esponja para fregar los trastes.

—Tenía clases de natación... —murmuró JunMyeon.

—¡Omo! Pero SuHo, esas clases eran muy costosas. Habías hablado con ella...

JunMyeon suspiró. —Cuando le dije que no podía pagar sus clases, ella lloró toda la noche, no sabes como me rompió el corazón, Lynda no es caprichosa, ella realmente le encanta, yo simplemente no podía quitarle su más grande alegría, además es muy buena. Los profesores dicen que podría llegar a competir algún día en las olimpiadas. ¿Puedes creerlo?

Rosa Pastel [SEHO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora