CAPITULO II

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Estaba molesto de última hora Ryota había cancelado los planes para reunirnos a jugar, lo que más me molestaba era el hecho de que había dejado de hacer otras cosas para atender mi compromiso con ellos, además me hacía falta des estresarme, aunque no estaba en clases seguía teniendo trabajo ya que ahora me ocupada de una parte de la empresa de mi padre, así que no había podido tener un descanso como tal y jugar siempre me ayudaba mucho, Daiki mando un mensaje al grupo que teníamos diciendo que fuéramos a comer ya que ahora no podíamos jugar, no les conteste estaba ocupado con una llamada del trabajo pero poco después Tetsuya dijo que llevaría a un amigo para que jugara con nosotros, les dije que por mi estaba bien yo lo único que quería era salir y jugar un rato básquet, pase por Shintaro a su departamento ya que quedaba cerca del mío, subió al auto y comenzamos a hablar de la universidad del trabajo etc,

-Como van las cosas en la empresa? últimamente veo que has tenido más trabajo de lo habitual.

-.....Si un poco mi padre está molesto por que no he ido a la casa últimamente y me carga más trabajo como castigo y como mi madre también está molesta de que no he ido le hace segunda y me cargan aún más, iré este fin de semana antes de regresar a clases si no después no tendré tiempo.

No entiendo cómo llegamos a esto mis padres exigían atención, de cierta manera me causa risa en cierto momento de la vida era a la inversa y era yo el que exigía atención, no es que ahora este molesto con ellos solo que en realidad no había tenido tiempo, siempre algo se atravesaba y no podía ir a verlos, además extrañaba a mi hermano aunque siempre hablo con él por teléfono no es lo mismo, llegamos a la cancha algo tarde por el trafico cuando estaba por bajar sonó mi celular era una llamada de trabajo le dije a Shintaro que se adelantara que en lo que atendía la llamada, tarde más de lo que me imagine estos inútiles no saben hacer nada bien si quieres algo bien echo hazlo por ti mismo.

Baje del auto y con forme me acercaba a la cancha percibí un dulce aroma...delicioso... fue lo primero que pensé era como chocolate y frutos rojos, olía mejor que los chocolates más deliciosos y caros que había probado, mientras más caminaba más llenaba el delicioso aromas mis narinas, empecé a sentir calor pero como era posible si hacía nada que había tenido mi celo, alcance a escuchar que Shintaro le decía a Daiki que porque no venía el por mí le conteste con lo mismo que dijo Shintaro, alce un poco la mirada y vi una cabellera castaña de baja estatura. -Ya entiendo de él viene ese aroma- Volteo a mirarme y lo supe no necesite mas solo con mirarlo lo entendí él era mi destinado, se cruzaron nuestras miradas y encontré unos hermosos ojos avellana una piel ligeramente bronceada un cuerpo frágil y pequeño y una fina cabellera algo despeinada, cuando me di cuenta callo de rodillas.

-Furihata-kun!! Que pasa te encuentras bien?- en seguida Tetsuya se acercó a su auxilio e inmediatamente me acerque, lo que vi me paro el corazón un chico completamente sonrojado con los ojos llenos de placer que me invitaba con la mirada a tomarlo, su aroma era exquisito quería comérmelo en ese momento, levante la mirada y me di percate de la situación, todos los que estaban en esta cancha a excepción de Tetsuya eran Alfas! Algunos intentaron alejarse mientras se tapaban la nariz otros simplemente querían irse encima de MI OMEGA.

-Hey Tetsu muévete un poco ese chiquillo huele realmente bien déjame probarlo un poco- inmediatamente una ira que jamás había sentido recorrió mi cuerpo cuando vi como Daiki intentaba a cercarse y con claras intenciones de tener a mi pequeño omega.

-Daiki si sabes lo que te conviene lárgate de aquí- la cólera que sentía en ese momento era indescriptible como osaban mirar lujuriosamente lo que me pertenecía, Shintaro me saco de mis pensamientos diciéndome que me fuera con el chico de ahí, Tetsuya me miro con cara de súplica, y levante el pequeño cuerpo para llevarlo a mi auto, como si fuera reflejo un instinto de protección nació en mi, me dirigí al auto no sin antes voltear para mirar con desprecio a esos malditos que antes estaban mirando a mi omega.

Ni aunque el destino así lo digaWhere stories live. Discover now