«Ｋ丹匚匚卄丹Ｋ口» según Deku

xvi

- Bakugou, hueles tan bien~ - susurró Ochako con la nariz pegada al cuello del rubio. - Es tan dulce...

Estaban todos en el jardín sentados en ronda. En un inicio estaban solo Uraraka y Bakugou. Y después se sumaron Kaminari y Sero, quienes no captaban las indirectas de Kirishima para que salgan de allí. En un abrir y cerrar de ojos, estaban todos allí.

- Mi quirk se activa gracias a que mis glándulas sudoríparas producen algo parecido a la nitroglicerina...

- ¡Sos un chico de caramelo! - gritó Mina.

- Un chico dulce - comentó Ochako separándose de él.

- ¡Qué irónico! Justo él - rió Sero.

- ¡Bakugou es dulce! - lo defendió Ochako

- No, no lo soy.

- Cuando querés sos un dulce. Un caramelo.

- Odio lo dulce.

Deku y Todoroki se acercaron a la ronda, eran los únicos que faltaban. Deku no pudo evitar sentirse molesto al ver a su novia acurrucada en el rubio, con su nariz pegada al cuello de Katsuki.

- ¿Uraraka?

- ¡Deku! Ya era hora - dijo acomodándose sobre Bakugou, pero sin intención de salir de su alrededor. - Si tú y Todoroki siguen así voy a pensar que me estás engañando - bromeó ella.

Deku río nervioso y se sentó en el suelo. Todoroki negó con su cabeza y salió de la sala de estar para ir a su dormitorio.

- Es raro todavía para mí que ustedes dos sean tan cercanos. Yo podría decir lo mismo de vos y Kacchan.

- ¿Celoso, nerd?

- Sí... - murmuró tensionando el ambiente.

Después de muchas escusas ridículas para salir de esa situación, quedaron Bakugou, Deku y Uraraka en esa habitación. Recién cuando quedaron solo los tres, ella se separó del rubio.

- Deku, eso fue raro. Ya sabes que yo no estaría con alguien por compromiso si no estoy enamorada. Eso es cruel. Tenés que dejar de molestarte - explicó molesta.

- Deku, me gustaría hablar con vos a solas. ¿Está bien, Ochako?

- Sí, voy a estar con Mina... - ella salió de la habitación dejando a ambos chicos solos en la habitación.

Ella se alejó lo suficiente para que no la vean, pero para poder escuchar. En un principio, pensó que estaba muy lejos porque no los escuchaba. Tardó un rato, pero finalmente Bakugou tomó la palabra.

- Yo me voy a asegurar de tomar distancia, ¿sí? Ella es feliz con vos y... no voy a arruinar eso.

- Oh, gracias Bakugou pero no... No quiero que no le hables por mí.

- No es solo por vos, idiota. Yo no puedo más. Pensé que ser su amigo sería suficiente pero no. Quizás eso sea lo mejor para ustedes y para mí - murmuró molesto. Uraraka estaba procesando la información y no podía creer lo que estaba escuchando.

- ¿Estás enamorado de ella, verdad? - preguntó Deku, como si hubiese hecho la pregunta para que Uraraka escuchara.

-¿Importa? Te quiere a vos.

- ¡Quiero que me respondas!

- ¡Mierda! ¡Sí! Pero no voy a hacer nada - lágrimas empezaron a brotar de los ojos de Katsuki, enojando a Ochako. Deku ya lo "sabía" o al menos lo sospechaba. ¿Era necesario presionar sobre eso?

- Ya veo, Kacchan. Escucha, yo...

Bakugou tomó a Deku del cuello de su remera para intimidarlo.

- Vos nada. Yo me voy a ir a prepararme un café y vos vas a volver con ella y vas a cerrar tu maldita boca.

De manera brusca, Midoriya se liberó del agarre del más alto. Soltó un bufido sonoro y caminó hacia el pasillo donde Uraraka se escondía. Al notar eso, ella activó su quirk y empezó a flotar. Su novio pasó sin siquiera notar que ella estaba allí. Cuando se aseguró de que Deku no podría verla, fue aumentando la gravedad sobre sí misma para volver al suelo.

Suspiró, tenía la opción de irse a su habitación o quedarse allí e intentar hablar con Bakugou. Sacudió su cabeza y empezó a caminar decidida.

No podía dejarlo llorar solo cuando él siempre había estado ahí. Caminó hasta quedar a su lado observando lo que él hacía. ¿Qué se suponía que le tenía que decir?

— ¿Quieres un café o qué? — gruñó Katsuki al notar la presencia de la chica.

— Quería estar con vos. Pero el café no estaría mal.

Él resopló, sacó dos tazas y las llenó de café.

— Me voy a  dormir.

— Quédate, es temprano — pidió ella sujetando su remera.

— No, suéltame — le gritó; ella obedeció algo asustada y se apartó de él. Tomó su taza de café y se quedó mirándola fijamente sin responderle a Bakugou. Él caminó dos pasos para irse pero por alguna razón se detuvo. Dejó su café sobre la mesa y se volvió hacia ella. Levantó su mentón con una mano, corrió su flequillo de su frente y depósito un suave beso allí, sorprendiendo a la chica. — Perdón por gritarte. Perdón por no ser un buen amigo, gracias. Gracias por todo Ochako. Descansa.

Él volvió a su antiguo camino, tomó la taza de café y caminó a paso rápido. ¿Qué era lo que acababa de hacer? Ahora Kirishima no solo se reía de la ridiculez de «¿Quisieras ser mi mejor amiga?»; sino también de esto

— Buenas noches, Bakugou — murmuró aumentando la presión que su mano ejercía sobre la taza para evitar que está temblara.

¿Por qué tenían ambos estar en esa situación tan incómoda?

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Por su lado, Deku estaba en su habitación observando su celular. Leía una y otra vez las conversaciones que tenía con Todoroki con una sonrisa en el rostro.

— No puedo ser tan mierda — susurró mientras la lágrimas brotaban desde sus ojos. Estaba frustrado, furioso. ¿Podía estarse enamorando de él? No podía seguir haciéndole eso a ella. La amaba pero también estaba empezando a querer a otra persona.

Tenía que dejarla ir.