«Ｋ丹匚匚卄丹Ｋ口» según Deku

xxi

Katsuki estaba cansado. Pero no era por culpa de la falta de sueño. No era un cansancio físico; estaba exahusto emocionalmente.

Empezaba a cuestionarse por qué la tensión en su espalda le empezaba a molestar por primera vez. ¿Por qué sus poderes necesitaban que su cuerpo esté ensimismado para ser controlados? Tal vez ese era el problema y la fuente de todo.

Tal vez la postura defensiva que tomaba físicamente logró infectar su cerebro, a tal punto de inventarse a si mismo como alguien amargado y alterado.

- ¿Yo soy amargado y alterado? - suspiró mirando el techo de su cuarto. Estaba seguro de que a los demás mostraba eso.

Todo le molesta. Todos eran tan demostrativos con sus emociones, todos los demás parecían perder el tiempo con eso. Pero ahora él parecía estar perdiendo tiempo.

Envidiaba a Kirishima. Él podía ver un panorama casi completo de si mismo. Él aceptaba sus sentimientos, él parecía entender quienes eran sus amigos, qué chica le gustaba y quienes no valían la pena. Katsuki no quería que las personas sean cercanas a él; pero era tan egoísta y adoraba tanto la atención que lo permitía. Permitía que alguien lo quiera y se permitía lastimarlos.

¿Siquiera le gustaba realmente Ochako? Tal vez sólo envidiaba la atención que ella le daba a su viejo amigo Deku. Probablemente él decidió de manera egoísta obtener aquella atención para si mismo.

Y suponiendo que ella realmente no le gustaba... ¿Por qué esa chica le importaba tanto? ¿Realmente deseaba tanto cada pizca de su atención? Quizás lo linda que ella era y lo cómodo que se sentía en su compañía influían un poco. Pero sólo un poco. Él creía firmemente que...

- ... una persona asquerosa. Eso soy - confirmó para sí.

Se levantó de la cama y salió a caminar por el parque del colegio. Estaba solo, como siempre quiso. Revisó su celular, más veces de lo que alguien normalmente haría y suspiró también más de lo habitual.

Quería que Kirishima le envie un mensaje.
Quería que Todoroki le eche algo en cara.
Quería que Deku viniese a molestarlo para entrenar, así como de niños él lo buscaba para jugar.
Quería poder correr hacia ella y decirle todo.

Movió sus hombros y se escuchó un sonoro choque entre sus huesos. Él odiaba aquella contractura.

Ochako, sentada en la camilla de la enfermería observaba sus manos. Algo no se sentía bien en ellas.

Las palabras de Todoroki eran tan comprensibles como podrían serlo las de alguien que se encuentra bajo el agua. ¿Asesino de héroes? No, ahora hablaba del padre de Izuku. O eso creía ella.

Katsuki "Imbécil" Bakugou.
Katsuki "Idiota" Bakugou.
Katsuki "Orgulloso" Bakugou.
Katsuki "Egoísta" Bakugou.
Katsuki "Ojos Lindos" Bakugou.
Katsuki "Gran pedazo de...

- ¡Uraraka Ochako! Hace quince minutos que estoy hablando y fingiendo obtener una respuesta de tu parte. ¿No me digas que también te quedó el cerebro afectado?

- Muy chistoso, imbécil. No sé, tal vez necesites relajarte un poco. Izuku está sano y a salvo. Lo único que necesita es quedarse en la escuela y no buscar más fantasmas.

- ¿Fantasmas? Pero si es su padre. No está mal que quiera saber de él.

- Su madre fue quien lo cuidó todos estos años en los que su padre no se dignó ni a contactarlos. Y siendo tan peligroso buscar a esa persona, lo mejor es dejarlo ir.

- No sé qué decirte... ¿Qué estabas haciendo esa noche? Antes de todo esto... Te llamé varias veces antes de que me contestes.

- Ah, eso... Nada importante. Estaba entrenando.

- ¿Tan tarde?

- Sí.

-¿Estabas sola?

- ¿Me estás haciendo un interrogatorio?

- Kirishima me contó algo. Deberías salir ya de la camilla y enfrentar tus problemas en la vida, mejillas.

- Y si ya sabés todo para qué me preguntás, feo... No sé, no sé si quiero seguir esa conversación.

- ¿Esto era una conversación? Creí que estaba dándole un monólogo a un cactus.

- Ahora soy eso. Un cactus - bromeó ella.

Ambos rieron. Luego sólo hubo silencio.

- Ochako, deberían hablar. Se lo deben...

- ... Tal vez - murmuró.

- Es que no entiendo... ¿Por qué hacen ustedes dos todo tan complicado?

- Porque es complicado.

- ¿Estás segura de eso?

¿Era realmente necesario extender la situación? Ambos sabían, ambos se querían.

¿Entonces es algo simple, no?

- No. - respondió, aún con dudas.

- Deberían hablar - insistió él.

- Eso ya lo dejaste claro.

-  ...cuando yo era muy chico y no entendía qué clase de relación tenían mis padres, mi hermana me dijo una vez: “Nosotros aceptamos el amor que creemos merecer...”

- ¿Y por qué me estás diciendo eso?

- Yo sólo... - Shoto vaciló un momento. Y pensó un minuto en Midoriya.

Katsuki no dejaba a nadie entrar a su corazón. Pero la gente ignoraba eso. Ellos simplemente aparecían y paseaban por allí haciendo un desastre, desordenando cada uno de aquellos latidos tan bien cronometrados.

Él no creía merecer amor.

No creía merecer haber crecido junto a una persona tan asombrosa cómo Midoriya Izuku.

No creía merecer a Eijiro Kirishima, una persona tan cálida y leal.

No creía merecer paz, ser feliz.

No creía merecer a aquella chica alegre que llenaba el aula de colores con sólo dedicarle una mirada.

-... sólo no quiero que dejes ir algo que se supone es un lindo momento - finalizó observando la puerta, con la mirada perdida.