«Ｋ丹匚匚卄丹Ｋ口» según Deku

xix

Ochako, después de un inútil intento de acercarse a su amigo corrió hacia la habitación que estaba junto a la del rubio. Entró sin preguntar ni avisar; se encontró a Kirishima en boxers.

— ¡Tocá antes de entrar! — gritó avergonzado. Ella casi ignoró que él estaba en calzones y se alteró.

— Bakugou no me habla hace semanas. ¿Y te parece malo que yo te vea casi desnudo? ¡Mi problema es más importante!

— Tenés razón. Pero yo no puedo ayudar, ¡a mí tampoco me habla! — repuso mientras se ponía sus pantalones.

— No tiene sentido — murmuró frustrada, dejándose caer sobre el aire, activando su quirk.

— Tiene sentido si nos vió o alguien le dijo... — habló pensativo.

— ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó con inocencia fingida.

— ¿Me vas a decir que no te diste cuenta? Uraraka, sabés de lo que hablo. Él...

— No lo digas en voz alta — lo interrumpió. — No quiero meterme cosas en la cabeza que no escuché de su propia boca...

— ¿Te gusta? — preguntó con una sonrisa triste mirando sus ojos café.

— No, no, no. Solo quiero evitar ese tipo de pensamiento sobre cualquier individuo... especialmente de Katsuki.

— Mierda que te gusta... — masculló para después reír. — Y es obvio que nos vió o alguien le dijo algo. Tenés que decirle.

— ¿Por qué yo y no vos?

— Porque mi vida es la que corre riesgo, a vos te quiere más.

— Bien, voy a intentar hablarle, otra vez — suspiró para evitar el tema. Se dió media vuelta dispuesta a salir de su habitación.

— Después te puedo acompañar a la enfermería — bromeó. Ella ignoró eso y salió golpeando la puerta.

Corrió hacia el gimnasio dónde Bakugou estaría entrenando en ese momento.

«Todoroki: 1 mensaje nuevo»

Llegó al gimnasio y lo vio sentado en el suelo recostado contra la pared. Las gotas de sudor bajaban desde su frente hasta su cuello, desapareciendo de la vista de Ochako. Bakugou tomó la botella de agua y bebió lo que quedaba. Uraraka cerró la puerta con sumo sigilo y cuidado para que él no lo notara.

«Todoroki: 3 mensajes.»
«Todoroki: 1 llamada perdida.»

— Tenemos que hablar — anunció para hacer notar su presencia. No obtuvo respuesta. — Háblame, Katsuki.

— Me enferma cada palabra que intercambiamos. No quiero seguir con esto.

— Ya tuvimos una pelea similar, cuando me escupiste en la cara que no querías siquiera ser mi amigo. ¡Deja de apartarme!

— ¿Querés saber por qué te aparto? Me lastima saber que no tenemos nada.

— Katsuki, tenemos algo. Al menos lo teníamos. Quiero que volvamos a eso.

— No sé de qué otra manera dártelo a entender. No quiero ser tu amigo. Te quiero, te quiero ver feliz. Y si pelos punteagudos te hace feliz está bien, mierda que está bien. Solo déjame estar a fuera, no me lastimes más.

— Kirishima y yo no tenemos nada. Fue un beso.

— Dos, dos besos.

— No es el punto. Lo que me dijiste ese día, cuando me pediste que sea tu mejor amiga... Estoy segura de que no era eso lo que me ibas a pedir.