Matt y yo bajamos del auto, dejando a Verenice dentro, la cual se quejo de calor al segundo de apagar el auto. Caminamos a la entrada y el abrió la puerta. He de admitir que el mentiroso y su padre tenían una bonita casa. Por dentro y por fuera pintada de color perla. Cuando entramos Matt camino por la sala de estar y yo lo seguí, mirando por todo el lugar. La casa era realmente hermosa, pero no tenia nada que te hiciera decir ¨aquí viven los Taylor¨. Ni una foto u objeto personal, nada. Después de unos cuantos muebles caros y lindas cortinas mas llegamos al comedor donde nos esperaba el señor Taylor. Estaba de pie hablando por su teléfono en el otro extremo del comedor y sostenía una copa de vino. Casi me rio, la pose parecía tan perfecta, como si hubiera estado ensayándola y espiándonos para ponerse en posición cuando llegáramos. No tardo mucho en colgar el teléfono y girarse a nosotros con una sonrisa.
-Christine, buenas noches –se acerco a nosotros-
-buenas noches señor Taylor
-como estas?
-muy bien, y usted?
-encantado de tenerte con nosotros. Pasen a la mesa chicos –dijo para luego sentarse en un extremo del enorme comedor, algo exagerado considerando que solo éramos tres personas. Obviamente me tuve que sentar junto a Matt, quien hasta ahora no había hecho gran esfuerzo para que esto pareciera real… bueno tal vez yo tampoco. Tener al señor Taylor conmigo durante una cena y tenerlo conmigo en una sala de visitas privadas de la cárcel no era muy diferente. Se comportaba igual de serio y elegante en ambas ocasiones, y vestía igual, asi que hice un esfuerzo de los mil demonios para no preguntarle por el caso de Jack- debo admitir Christine, que me parece una relación muy correcta la de ustedes dos
-ah… si –no sabia que decir, uno, por que no he tenido novio, y dos por que nunca pensé que los padres dijeran cosas como ¨es una relación correcta¨-
-la verdad ya éramos amigos –dijo Matt- comenzamos a salir hace poco y cuando ella me pidió el favor, simplemente no podía decirle que no.
-y díganme, que planes tienen para el futuro? –patear a su hijo en las bolas por meterme en esto-
-papa… ahora no estamos pensando en eso, solo …
-claro, claro. Ya puedes servir la cena –dijo a una muchacha que se encontraba cerca de la puerta, ni siquiera había notado que estaba ahí aun cuando pase junto a ella. En pocos minutos sirvieron la cena, que gracias a dios no era pasta. No me juzguen, la odio. Era pescado, papas y ensalada. Un deliciosa ensalada, en serio, deliciosa. A mitad de la silenciosa cena sentí que Matt sacaba su teléfono celular por debajo de la mesa. Ya le enviaría el mensaje a Verenice. En parte era bueno, saldría de aquí, y en parte malo, la ensalada enserio era deliciosa.- y , Christine, como te va en la universidad?
-hoy realice mi ultimo examen, mañana me darán el resultado y podre tener la fecha de mi graduación
-oh, que bien. Matt se graduara en agosto, me imagino que te conto, verdad?
-ah, si, me estuvo diciendo –en realidad no es cierto , pero ya que-
-la invitaste a venir con nosotros Matt?
-eh? –dijo el separando la vista de su teléfono-
-que si invitaste a Christine a ir con nosotros a tu graduación?
-ah, no, no le he dicho –el señor Taylor me miro confundido, maldito seas Matt, mil veces maldito-
-es decir –dije- no me ha invitado pero si me dijo que seria en agosto
-por que no la invitas?
-lo …lo hare –dijo guardando el teléfono-
-Matt por favor deja ese teléfono, estamos en una cena con tu novia