Capítulo 18 ~ La Profesora

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Andrew caminaba sin rumbo fijo por los pasillos de Dreams. Se sentía un poco consternado, así como malhumorado y harto. ¿Qué había hecho? Tan solo había conseguido que los chismes alrededor de él se incrementaran de forma estelar. Y ahora, tenía que aguantar a todo un séquito de chismosos sin vida social que tienen que basarse en el para poder tener algo de que hablar.

Sin embargo, había algo más que a Andrew lo sacaba de Quicio... Y era Emma. ¿Por qué Emma no dejaba empaz a ese tal Ian? ¿Que tenía Ducasse que Bennett no? Madurez, amabilidad, cortesía, caballerosidad, Guapura, Serenidad... O bueno, eso era lo que Emma decía cuando se lo preguntaba en su cabeza. 

Mientras que Bennett caminaba entre los pasillos, Emma se encontraba oculta entre sus manos, sentada en una de las bancas del patio libre. No quería que nadie la viera, Que nadie se le acercara; ¿Por qué Andrew Me beso? ¡Ahg! - gritó dentro de su cabeza. - ¡Idiota Inmaduro e Impulsivo de Ojos lindos! 

Andrew vio a Emma desde el edificio, recargado en las vistas de la pared. Se cruzó de Brazos, y la observó... Quisiera admitirlo o no, era muy hermosa. ¡¿Qué?! - se retractó. - ! ¿Hermosa?! ¡Es una Ogra con Cabello Castaño! - la miró otra vez, y suspiró. - Supongo que, algunas ogras son Lindas... Y ese fue el momento, en que Andrew se sintió más débil ante una mujer. La primera vez. O quizás, segunda, todo dependiese del punto de vista desde que lo vez. En cierto modo, Andrew sabía la verdad, una verdad que con cada latino resonando en las venas de su cuerpo intentaba cumplir la promesa de Salir a la Luz. Y la Verdad era que, esa Castaña causaba cierta sensación de él que lo volvía frenético... Y esa sensación, le parecía molestamente Encantadora. ¿Sería su rebeldía? ¿Sus muecas con sus labios? ¿Su sedoso y abundante cabello que movía con el tintinar sensual de un cascabel? No lo sabía. Solo sabía que la locura de Emma llevaba a su vida, le llegaba a Gustar... Andrew a Veces llegaba a ser Bastante Masoquista. 

- ¿Andrew? 

La voz femenina que salió del pecho de la Profesora De Canto Laine, tan angelical y con el tono de un arpa celestial - como Andrew se la había llegado a Imaginar una que otra vez - Provocó que el corazón del Rubio se quedara congelado en medio de un latido de Emma. Y le decía "Latido de Emma", porque su corazón Latió fuertemente al ver como ella echó un vistazo sobre su hombro, sin notar la presencia del Joven. 

Andrew dio media vuelta sobre su mismo eje? Quedando frente a Frente esa hermosa y madura mujer de cabellera Rubia y Ojos Azul Turquesa, tan preciosos que Brillaban y resaltaban de entre los de cualquier otra persona. Se miraron mutuamente, hasta que la Maestra volvió a tomar la cordura, y empezó a Balbucear mientras intentaba hablarle claramente a Andrew. 

- Am... - La Profesora Cerró los ojos. - ¿Gusta pasar a Mi Salón, Señor Bennett? - preguntó Ella, nerviosa intentando mantenerse al margen. - Me gustaría tocar algunos temas sobre su ensayo. - El Profesor Duncan pasó Justo detrás de Andrew, y saludó a la profesora con una enorme sonrisa. Continuó su camino. 

La profesora no podía hablarle de "tu" a los estudiantes, y eso, le gustase o no, incluía a Andrew. Por lo que, dentro y fuera de la Academia, Andrew y la Profesora tenían que mantenerse al margen de todo. 

- Em... claro. - Andrew asintió su cabeza, serio y neutral, como siempre lo estaba, claro, menos cuando Ian Ducasse estaba cerca. Irónicamente, esa era la postura que necesitaba para poder enfrentarse con un engreído como el que se sentía altamente superior tan solo por unos cuantos logros en su corta vida. Pero Andrew sabía muy bien que se engañaba a si mismo... No eran "Unos cuantos", eran "Unos Muchos Bastantes." 

La Maestra se dio media vuelta y caminó de regreso hacia el Salón de Canto, mientras que Andrew iba Justo detrás de ella. Extendió su brazo sobre la puerta para mantenerla abierta, y así dejarla pasar. La hermosa mujer lo miró y sonrió para caminar hacia el salón. Una vez dentro, Andrew cerró la puerta. 

¿Quién entiende a los hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora