Consecuencias Del Pasado

Capítulo 16

Todoroki tenía un mal presentimiento el cual no lo dejaba de inquietar.

Desde que Izuku les había pedido no ir a ver a sus hijos durante unos días, el presentimiento comenzó.

Todo el mal augurio que sentía se aclaro cuando fueron a ver nuevamente a sus gemelos.

Izuku portaba un collar anti marcas...

Todos los Todoroki quedaron pasmados ante ello.

Y es que al llegar fue el mismísimo Izuku el que los recibió, a su lado estaba Sebastián con Kenichi y el peliverde tenía a Ryuichi.

El primero en notarlo fue Shotō. En sus épocas de adolescente solía decirle a Izuku que aquel collar le hacia ver sexi. Y no mentía, el collar en aquel pálido y delicado cuello le hacia ver como una inocente tentación. Una tentación a pecar, una tentación única.

El collar que portaba Izuku lo hacia ver condenadamente sexi. Aquel cuero negro contrastaba a la perfección con la lechosa piel del pecoso, el dije de corazón en medio de este hacia que su mirada se posara en su clavícula.

Una tentación sin duda alguna.

Sin salir del todo de aquel trance cayó en la realidad. Muchas preguntas llegaron a su cabeza. ¿Por qué Izuku portaba aquel collar? ¿Por qué su olor se sentía más fuerte? ¿Que había pasado en el corto tiempo en que no lo vió?

Vio de reojo a su familia y en sus rostros veía plasmadas las mismas dudas que él tenía.

Luego de que Izuku los recibiera se dirigieron a la sala, Todoroki no sabía exactamente porque, pero sentía un amargo sabor en la boca.

El pecoso les ofreció algo de beber. El ambiente era pesado. O al menos así lo sentía la familia Todoroki.

— Lamento hacerles pedido que no vinieran por unos días, pero mi celo estaba por llegar y... Ustedes entienden — Izuku sonrió apenado luego de tomar un sorbo de su té.

— Entendemos querido, no te preocupes — Contestó Rei a lo cual todos asintieron apoyando a la mayor — Emm querido, puedo preguntarte algo? — La albina pregunto aquello cohibida.

— Claro Rei-san, pregunte lo que quiera.

— Porque... Ammm porque tienes puesto eso — Señalo el objeto en su cuello.

Izuku que esperaba algo así sonrió sonrojado.

— Verán... Paso algo durante mi celo — El pecoso sentía su corazón latir desenfrenado al recordar aquello — Mi destinado volvió a mi — Sonrió tímidamente con la mirada baja.

— ¿Destinado?

— ¿Volvio?

Lo dicho por el peliverde dejó en shock a todos, pero especialmente a Shotō. Aquello no paraba de repetirse en su cabeza una y otra vez. Sentía como si su corazón hubiera sido arrancado sin piedad. De repente le costaba respirar. Aquello no podía ser cierto, no podía o más bien no quería que fuera cierto.

La realidad lo golpeo fuertemente. ¿Con que derecho pensaba aquello?, el no tenía derecho alguno de pensar todo aquello.

Aturdido poso su mirada en Izuku, este tenía las mejillas sutilmente sonrojadas mientras su pequeña sonrisa daba una vista perfecta.

Tenía ganas de llorar, de gritar hasta que su garganta no diera para más. Pero no podía. No cuando no tenía razón para hacerlo, ¿verdad?

— ¿Quien es tu destinado pecas?, ¿Y porque dices que volvió?, ¿Ya lo conocías? — Dabi que hasta ahora se mantenía callado fijo su azulina mirada hacia el más bajo. No sabía porqué, pero la noticia no le había caído bien. Sentía un nudo en el estómago. Pero no comprendía a que se debia.