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Máxima de 10°C para toda la tarde》

—No me di cuenta. Muchas gracias por avisar —Digo mientras me caliento las manos en el vapor del zapallo hervido sobre el horno. Al mismo tiempo que él se acurruca en su cama improvisada con un pullover viejo. Yo estoy abrigada desde los pies a las orejas; incluso con medias dentro de Fernando el tuerto y Robin, mis pantuflas de perro masticadas.

Piso el zapallo con un tenedor para hacer pure y dejo que se entibie el jugo para que lo tome él.

Bendita la persona que inventó la tela polar que mantiene calientes mi nariz y orejas. Nací con los pies y manos húmedas. Y él suertudo que le sale pelo por todos lados.

Terminamos de almorzar y corremos a la cama de una plaza. Ambos nos metemos bajo las gruesas.

No sé como hace para respirar ahí adentro.

Encima ocupa casi todo el lugar y me deja colgando del borde. Pero bueno, los dos tenemos frío y no voy a dejar que se congele en una esquina.

BESOS DE HOCICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora