Ser arte [albalia]

capítulo dos

POV Alba

*sonido de despertador* las diez y media, me despertó aquel estruendo sonido. Lo paré.
-Todo sería mejor si fuese una canción de Lola Índigo- susurré bajito. Intenté mover los pies pero había algo que me lo impedía, la verdad es que estaba asustándome. Levanté un poco la cabeza para ver que era aquello que no me dejaba moverme y vi dos bolas de pelo, una negra y otra atigrada y entonces recordé a Puti la noche anterior.Pero también estaba el otro gato, el que vimos la noche anterior en el sofá y que Julia todavía no me había dicho el nombre. Miré hacia la puerta de mi habitación y vi que estaba abierta por lo tanto deduje que el gato atigrado quiso entrar porque echaba de menos a su amigo, o su hermano? Aunque quizás es su novio... En fin, a Puti.

Intenté, con la mayor sutileza posible, mover los pies lentamente para deshacerme de aquellos peludos y lo conseguí. Dejé a los gatos allí, no quería molestarles. Volví a abrir la maleta, cogí unos tejanos, una camiseta, ropa interior y me dirigí al baño para cambiarme y asearme pero sin hacer mucho ruido ya que no sabía si Julia estaba despierta o no.
Y entonces me fijé en una luz al fondo del pasillo, era la de la cocina, seguramente Julia estaría desayunando.

Seguí mi camino hacia el baño pero escuché algunos murmullos. Vale, Julia no estaba sola. No le di mucha importancia y entré al baño. Me lavé la cara y los dientes, me vestí y volví a mi habitación. Ya no había rastro de Puti ni de 'gato sin nombre'. Hice la cama y me dirigí a la cocina a desayunar algo.

-Sí, sí te o juro, me he despertado estaba mañana y estaban Puti y Poti en la cama de Alba- Julia me vio al terminar la frase y me sonrió -por fin se el nombre del pequeño tigre- pensé.
-Buenos días Alba, cómo has dormido en tu primera noche? Ya he visto que los pequeñajos han ido a hacerte compañía... Lo siento, eh, ya les pondré algún castigo a esos dos- me dijo seriamente.
-Sí... he dormido bastante bien. Y por lo de los gatos no te preocupes, estoy acostumbrada a dormir con mi gata en Elche. Pueden dormir conmigo siempre y cuando no me coman- dije bromeando y a la vez sinceramente.
-Está bien pero si te molestan me lo dices y tengo pelea física con ellos- dijo soltando una carcajada y haciendo un movimiento con las manos -por cierto, él es Joan, uno de los que vendrán esta tarde a casa-
Me acerqué a él y le di dos besos -Alba, encantada-
-Ya sabemos quién eres además yo tengo familia en Elche alomejor conoces a mis prima, Julia nos ha hablado muchísimo de ti, parece que esté enamorada de ti- me sonrojé al instante pero Julia reaccionó.
-Calla Joan que yo solo tengo ojos para mi gallega, ya lo sabes- dijo guiñándole un ojo al chico. Yo les sonreí a los dos y me dispuse a prepararme el desayuno.

Cuando terminé, Joan ya se había marchado, estuvimos hablando de una prima que tiene en Elche que al parecer la conozco. La verdad es que es un chico muy majo y bastante guapo, me ha caído muy bien.

Metí toda mi ropa en el armario, llamé a mis padres y me fui al salón, donde estaba Julia viendo La Casa de Papel, ya eran las 12:30, me senté junto a ella en el sofá. En cuanto sintió mi presencia, se giró hacia mí
-De verdad que me sorprende muchísimo que los gatos hayan dormido contigo, es que yo llevo literalmente 6 años con ellos y habrán acercado a mi cama dos veces contadas- soltó riendo y mirando a los gatos que estaban comiendo de su pienso colocado justo al lado de la pared.
-La verdad es que cuando me dijiste lo de que no se llevan bien con gente que acaban de conocer, me asusté un poco pero visto lo visto, creo que puedo llevarme bien con ellos- dije yo ahora mirándoles.

-Con quien sí te has llevado bien es con Joan...- me dijo acomodándose en el sofá y con una mirada pillina. Me sonrojé de seguida.
-Que va... Que va...- contesté muy vergonzosa
-Bueno, esta tarde conocerás a mis amigxs... Son personas muy interesantes, sabes?- me guiñó un ojo -Venga, vamos a comer algo a un restaurante que hay por aquí cerca y así te enseño un poco de Barcelona.- dijo cambiando de tema y levantándose del sofá.