Ser arte [albalia]

capítulo tres

POV Alba
Cuando entré, lo primero que hice fue dirigirme al baño, necesitaba hacer pis, llevaba aguantándome desde que llegaron las primeras invitadas. Acabé, me lavé las manos y cuando salí iba pensando en si algunx de lxs amigxs de Julia irían a la misma universidad que yo pero se fueron mis pensamientos cuando choqué con Natalia.

-Eh rubia, cuidado por donde pisas- me dijo sujetándome de los hombros. -Por cierto, ya he visto que los gatos duermen en tu habitación, es raro que se lleven bien con alguien nuevo. Y disculpa que haya entrado pero es que me llamaba mucho la atención un cuadro que tienes colgado encima del cabezal de la cama...-
-Perdona Natalia es que iba pensando en mis cosas. Y la del cuadro... es de mi hermana, quiero decir, es su cara de perfil, lo dibujé yo- dije con un poco de vergüenza
-En serio? Que bonito y que lujo tener una mujer tan guapa para tus dibujos- me dijo soltándome los hombros. No sé por qué pero eso me había sentado mal -no estás celosa, Alba, acabas de conocerle- me repetí dos veces a mi misma. Sonreí ligeramente a Natalia y volví al salón.

Al llegar allí, Marilia, Dave y Damion estaban poniéndose sus abrigos para ya marcharse.
-Bueno chicos, yo me voy ya que mis padres están esperándome para cenar- dijo Marilia sonriendo y abrazándonos a cada unxs de nosotrxs.
-Yo he quedado con un amigo que tenemos que acabar de concretar algunas cosas sobre el disco que sacaré de aquí a nada- Nos dijo adiós con la mano a todxs menos a África que se despidió con un abrazo y un beso.
-Yo me marcho porque mañana madrugo- finalizó Dave y se marcharon.

Estábamos todos en el salón y ya eran casi las doce de la noche. Natalia propuso que fuéramos a la discoteca donde trabaja una amiga suya para acabar allí la noche y todos estábamos de acuerdo.
Cogimos el metro para ir al local ya que ninguno de nosotros estábamos en condiciones de conducir y sería difícil aparcar. Me pase todo el camino hablando con Sabela y Joan sobre los estudios y me contaron que Natalia comenzó esa carrera pero que no pudo acabarla por motivos personales, no quisieron darme más información aunque tenía la necesidad de saberlo, no sé por qué. Julia me metió en el grupo de amigos de whatsapp que tienen y además me llamó mucho la atención el título de éste, 'nesesito a ti'.

Llegamos a la discoteca en unos quince minutos y nada más llegar, pedimos una ronda de chupitos, ya íbamos bastante pasadxs con las cervezas pero no importaba, era mi bienvenida. Estuvimos moviéndonos en la pista con todas las canciones que salían. He de reconocer que Joan se pegaba demasiado a mi y me incomodaba un poco. También notaba que Natalia fijaba su mirada en mi cuando miraba hacia ella. Eran las 5 de la mañana cuando me marché al baño para mojarme un poco la cara, Joan se me estaba haciendo un poco pesado y me estaba emparanoyando, no sabía por qué Natalia me miraba tanto.

Cuando me giré para salir del baño, me encontré a Natalia con el maquillaje corrido.
-A ti te gusta Joan- me dijo dejándome claro por su tono de voz que iba demasiado pasada de copas
-Natalia, estás muy borracha, deberías volver a tu casa- le respondí con tono de preocupación.
-Ya, es que acabo de ver a Mikel y le he pedido al camarero dos copas de los más fuerte que tenga- me dijo riendo y acercándose a mi tambaleándose. -venga rubia, dame un beso- la aparté sutilmente de los hombros
-Para, Natalia, ahora mismo le digo a algunx que te acompañe a casa- le cogí del brazo para guiarla fuera de aquel baño pero se detuvo y le miré.
-Acompáñame tú- me dijo tímidamente
-Yo no sé donde vives... será mejor que te acompañe alguien que sí sepa tu dirección- le conteste esta vez sí, dirigiéndonos hacia la pista.

Recorrí el lugar con la mirada para ver si veía a algunx de 'mis amigxs' pero no encontraba a ningunx. Tras buscar en todas y cada una de las esquinas, vi a Joan y cuando me quise acercar a él, le vi demasiado ocupado durmiendo en la barra.
-Va Alba, vámonos ya- dijo Natalia apoyándose en mi hombro
-Vale, está bien, pero te vienes a mi casa que no sé dónde vives y no me fío un pelo de tus indicaciones.- Natalia asintió riendo y salimos del local.