Ser arte [albalia]

capítulo cinco

POV Alba

Ya eran las 17: 30 cuando estábamos todas en el salón escuchando de fondo cualquier cosa que estaban dando un lunes por la tarde en la tele. Al rato, Julia y Sabela se fueron al dormitorio ya que la gaditana decía que tenía que echarse una siesta antes de que vinieran sus amigxs a casa. Y bueno, la gallega la siguió detrás.
Marta y María estaban dándose una sesión de besos en el minúsculo sofá mientras que Natalia y yo decidimos sentarnos en el suelo cerca de la mesita para jugar al parchís y así pasar el rato
-Toma!! Te he ganado!- dije yo sacándole la lengua a la morena
-Me he dejado ganar, que no se te suba a la cabeza, rubia- me respondió Natalia levantándose rodando los ojos y cogiendo un cigarro que acababa de sacar de la caja que llevaba en su bolsillo. Me reí de su cara y la seguí hacia el balcón.

-Tú esta noche no bebas mucho que el médico ha dicho que tienes que descansar, eh.- dije encendiéndome un cigarro y colocándome junto a ella, apoyada en la barandilla.
-No mamá, me controlaré- dijo ella imitando la voz de un adolescente en plena pubertad. Solté una carcajada que ella siguió y nos quedamos calladas disfrutando del humo que entraba en nuestros pulmones.

Cuando aquellos cigarros ya se habían consumido, los apagamos en el cenicero de la pequeña mesa y Natalia rápidamente se sentó en la única silla que había en ese pequeño pero agradable balcón. Llamó mi atención cuando dio un par de palmadas en sus piernas indicándome que me sentara sobre ella
-Nat... yo me voy para dentro qu- no me dejó acabar lo que iba a decir ya que me interrumpió
-Alba, mira a esas dos, será mejor que no las interrumpamos- dijo detenidamente con una sonrisa de lado y volvió a palmear sus muslos. Es verdad que Marta y María estaban muy acarameladas. Dicho eso, me senté de lado sobre sus piernas. Enseguida, la navarra colocó sus dos brazos alrededor de mi cintura para sostenerme y yo hice lo mismo pero pasando un solo brazo por su cuello. Nos quedamos calladas. Era más bien un silencio cómodo.
-Va siendo hora de que conozca algo más de ti, solo se que estudias bellas artes y que eres de Elche más allá de tu nombre y apellido- me dijo Natalia mirándome a los ojos para romper ese silencio que se había creado.
-Qué quieres que te cuente?- le pregunté, se encogió de hombros. -Vale pues si quieres, jugamos a las preguntas, me haces una a cambio de otra que te haga yo y así sucesivamente, te atreves?- le pregunté con una sonrisa

-Venga va, empiezo... por qué no te quedaste a estudiar bellas artes en Alicante?- preguntó curiosa
-Esa es fácil, simplemente porque tenía ganas de conocer lugares nuevos y gente nueva- asintió con la cabeza. -Sigo yo, todxs saben por qué dejaste la universidad?- Noté como ella se tensaba y apretaba su agarre en mi cintura
-Bueno, a ver, en realidad solo Marta y Miki saben la historia completa. No fue solo porque mis padres se enfadaron por lo de Mikel, el enfado les venía desde hacía más años... pero de eso no quiero hablar ahora la verdad...- me respondió agachando su cabeza para que no pudiera verle las lágrimas que empezaban a inundar sus ojos, aunque pude verlas y me arrepentí al instante de preguntarle aquello. La atraje más a mi con las manos que tenía en su nuca y le di varios besos en la mejilla. Nos quedamos así un rato hasta que noté como Natalia se relajaba y estaba más animada

-Me toca a mí! No creas que te vas a escapar... Cuantos novios has tenido? ...o novias?- me preguntó fijando su mirada en mi y diciendo esto último un poco más bajito
-Dos novios pero que uno no cuenta porque teníamos como 12 años y solo nos dábamos piquitos. Bueno y una novia- le respondí. Vi como se le iluminaban los ojos en seguida y me hizo mucha gracia, me reí suavemente intentando con soltar una carcajada y seguí con el juego
-Y tú? Cuántas parejas?- dije repitiendo su misma pregunta
-La única pareja que he tenido ha sido Mikel, después he tenido algún que otro rollo pero sin más.- respondió a mi pregunta y sentí como sus dedos acariciaban sutilmente mi cadera.