capítulo seis

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POV Alba

-Ya verás cuando los padres de Natalia se enteren de que su hija está follándose a una chica... Que gracia les va a hacer, la desheredarán en seguida, fijo- empezó a decir el ex de la navarra con una sonrisa que daba miedo. Fue acercándose más a mí. No entendí a qué se refería con eso aunque entendí un poco por donde iban los tiros. Me entró mucha rabia. Quise responderle pero antes de poder hacerlo, vi como Julia agarraba un jarrón y lo reventaba contra la cabeza del chico.

-Ostia Julia, qué has hecho?- pregunté asustada a mi compañera tras ver como Mikel caía al suelo haciendo un fuerte ruido que retumbó en toda la casa.
-Pues lo que se merecía... Iba directo a pegarte!- respondió Julia agachándose hacia él para comprobar si estaba consciente o no -se ha desmayado, vamos Alba, ayúdame, lo sacamos al rellano y cuando despierte ya lo arreglaremos. Cógele de las piernas- me pidió Julia, parecía bastante tranquila. Le hice caso y mientras movíamos aquel peso muerto, Natalia apareció rápidamente en el salón.

-Q-qué hab-béis hecho?- Preguntó Natalia tartamudeando y con cara de pánico apoyándose en la pared que le quedaba más cerca.
-Tranquila Nat que solo se ha desmayado- Le dijo Julia cuando ya le habíamos dejado fuera de nuestra vivienda. Cerró la puerta con llave y la navarra se acercó a nosotras
-Pero qué ha pasado? Que hace él aquí? Por qué se ha desmayado? Os ha hecho algo?- preguntaba Natalia nerviosa pero ya no tenía aquella cara de pánico. Julia hizo una señal para que nos sentásemos
-Mira, Mikel vino aquí preguntando por ti, quería saber por qué no estabas en tu casa. Yo le dije que aquí no estabas pero el seguía insistiendo y me decía que o le decía la verdad o se ponía a registrar toda la casa. Le dije que se fuera de aquí y estuvimos discutiendo un buen rato hasta que apareció Alba- Julia me hizo un gesto para que siguiera yo. Respiré profundamente, pues no quería contarle a Natalia lo último que había dicho Mikel, no sabía cómo podía reaccionar

-Bueno, cuando llegué yo, me llamó guarra e insinuó que habíamos tenido sexo...- paré un momento. Solté un suspiro. Tenía que decirle la verdad, si no después sería peor. -me dijo algo de que si tus padres se enteraban de que estás con una chica, te desheredaban.- esto último lo dije rápidamente y sin mirarla a los ojos. De seguida escuchamos un sollozo de Natalia y la abrazamos para que se relajara
-Estoy harta, no creo que pueda aguantar mucho más tiempo- decía la morena llorando desconsoladamente.

Tres golpes en la puerta. Un gruñido de rabia.
-Abridme la puta puerta, no me voy a ir de aquí hasta que me digáis dónde esta!- gritaba Mikel desde el otro lado de la puerta -os voy a hacer la vida imposible!- Yo me levanté del sofá y me acerqué a la puerta pero antes de poder hablar, noté como Natalia me apartaba de la puerta y me susurraba -déjame a mi, por favor-

-Mikel, estoy aquí. Vete ya o tendremos que llamar a la policía.- me sorprendió lo calmada que estaba de repente comparado con como estaba hace unos minutos. Se escuchó al chico gritar como un loco
-Sabía que estabas allí desde que vi a la rubia enana, que sepas que esta tarde voy a llamar a tus padres para decirles que has roto la promesa que les hiciste! Aunque no tenga pruebas sabes que me van a creer a mi por mucho que les digas lo contrario!- Natalia abrió los ojos y cansada de aquella tortura, volvió a hablar. Pero Mikel interrumpió lo que iba a decir. -puta lesbiana de mierda, si siguieras conmigo se te quitarían las ganas de follarte a guarras como esa- la navarra ya no podía aguantarlo más y se dirigió al sofá completamente callada. El chico seguía dando golpes en la puerta -ahora te callas eh! Como sabes que siempre tengo yo la razón!- entonces hablé yo

-Voy a decirte unas cositas bien claras. Primero, Natalia es libre de follar con quien quiera y hacerlo contigo no va a cambiar sus preferencias sexuales. Segundo, no estoy con ella. Tercero, eres un machista de mierda, acosador y posesivo. Cuarto o te vas de aquí o llamamos a la policía, segundo aviso.- dije lo más tranquila que pude y le hice un gesto a Julia para que empezara a llamar ya la policía. Mikel siguió insistiendo en que iba a arruinarle la vida y que esto no iba a quedar así. Se marchó corriendo no sin antes soltar un 'bolleras de mierda' y algún que otro 'hijas de puta'.

Ser arte [albalia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora