Apuesta de amor [Kengkla X Techno]

Día 17

—¿Y cómo se enteró?

—Tal vez escuchó una llamada que tuve contigo... No lo sé, pero ayer me llamó y me dijo, "Sé lo que estás planeando con Kengkla, y tarde o temprano Techno lo sabrá, si no quieres que se entere por mí, díselo tú" —imitó una voz gruesa.

—Oish... Seguro no sabe nada, sólo te está manipulando para que digas la verdad... —suspiré. Esto se estaba saliendo de control.

—¿Por qué no se lo has dicho? Sabes que amas a Techno... ¿No? Da igual si fue una apuesta o no, tus sentimientos no han cambiado.

—Se lo diré... —agaché mi cabeza observando mis manos. Ni siquiera estaba seguro de decirle, Techno tiene un temperamento muy impulsivo, sé cómo es, y si se lo toma a mal no sé qué pueda llegar a hacerme.

Él día pasó milagrosamente rápido. Dejé a Technic en su casa y fui a la mía con la intención de acostarme de una buena vez. Mi cuerpo se sentía cansado a pesar de haber descansado bien.
Llegué a casa y noté que el auto de mi madre estaba estacionado. Ella normalmente llega tarde a eso de las 10 pm, por lo cual se me hizo extraño verla tan temprano en casa.

—Llegué... —dije al abrir la puerta no muy convencido.

—Kengkla... —mi madre estaba viendo las noticias desde el sofá, pero al escuchar mi voz volteó a mirarme.— La comida está lista si tienes hambre.

—No gracias... —iba a subir a mi habitación pero su voz me detuvo.

—No hemos hablado mucho últimamente... ¿Podemos hacerlo ahora?

—¿Perdón? —me giré para verla con indignación. — Creí que estarías ocupada con tus asuntos del trabajo, no tengo intenciones de hablar contigo ahora.

—¡No me hables así, soy tu madre! —se levantó del sofá.

—El título lo tienes... Pero para mí nunca te lo ganaste. —continué caminando a mi habitación, haciendo caso omiso a los llamados de mi madre hasta entrar al cuarto y cerrar la puerta.
La casa quedó en silencio. De pronto escuché unos tacones aproximarse a mi habitación y se detenerse frente a la puerta.

—Sé que no estoy contigo mucho tiempo, pero no creas que no me he dado cuenta que estás saliendo con alguien... Y aunque no me quieras decir, me alegra de que hayas encontrado a alguien que te regale el tiempo que tu padre y yo nunca te dimos... Tu sonrisa se ha vuelto más radiante desde hace un tiempo... Kengkla ¿Puedes perdonarme?

—Pudieron darmelo, pudieron darme todo el tiempo del mundo, pero él se fue, y ya no está... Y tú no te esforzarte para que regresara a casa... —me dejé caer hasta el suelo y abracé mis piernas hundiendo la cabeza entre mis rodillas.— Hiciste que se fuera... Todo es tu culpa.

—¡Pero te lo he dado todo Kengkla! Te compré un auto, estas en el colegio más prestigioso de Bangkok... ¿Quieres algo más? Si es así dímelo, ¡te lo daré, lo juro!

—¡No quiero nada más mamá! No necesito cosas... Quiero a papá... —susurré esto último para mí mismo pero se logró escuchar.

—Cuando se te pase esta rabieta hablamos de eso, ¿Vale? Estaré en mi habitación, y por favor deja de alzar la voz conmigo... —sus pasos se alejaron hasta dejar de producir ese sonido inquietante con sus zapatos.

No le iba a hablar, no quería discutir sobre eso. Me levanté del suelo y me bañé para después caer dormirme automáticamente.

Al día siguiente fui a casa de Nic después del colegio, no quería llegar a la mía y encontrarme con mamá otra vez. En su casa sólo estaba Techno, quien nos recibió con un "Hola" muy energético. Nic sintió que estaba demás así que subió a su habitación para continuar viendo su serie.

—Kengkla... No me gusta verte así. —mencionó Techno brindandome un vaso con jugo de naranja.— ¿Sucede algo? —se sentó a mi lado y apagó el televisor.

—Estoy bien. —dije sin muchas ganas y tomé el vaso.— ¿Y si salimos a un bar?

—No tienes edad para eso tonto.—presionó mi frente con su dedo índice.— ¿Y si mejor me cuentas lo que pasó?

—Techno... No me siento bien contando mi vida a los demás. —bebí un poco y coloqué el vaso en la mesa central. Al recostarme nuevamente en el sofá vi el rostro de Techno con la vista en el suelo y una evidente expresión de tristeza. —Hey, no... No es que no quiera decirte, es que...

—Está bien. —respondió en voz baja.— No necesito saber. Lo siento.

—Amor... —apoyé mi cabeza en su hombro y lo abracé.— Hace años mi madre engañó a mi padre... Y él se fue de casa. Hasta ahora no ha vuelto. —suspiré.— Lo extraño... Me hace sentir solo...

—No estás solo. —me abrazó de vuelta.— Estoy seguro de que tu madre te ama, yo también te amo, y tienes a Technic, quien confía mucho en ti. —besó mis cabellos.— También esta Can, nunca deja de preguntarme por ti, igual que Ae.

—Diciéndolo así, suena como si todos me quisieran... —bufé sonriendo y lo miré. —Sé que me amas Techno, soy irresistible.

—Igual que yo para ti. —respondió divertido y me dio un fugaz beso en los labios.

—No me tientes Techno. —tomé su mandíbula y nuevamente la acerqué a mí para continuar el beso de forma más voráz.

—¡H-hey! —se separó.— Mi madre podría entrar y vernos así...

—Al diablo con eso, toda tu familia sabe que eres gay, y que soy tu novio. —hice una pausa y le sonreí coqueto. —Y que eres el pasivo. —susurré.

—¡Kengkla! —se ruborizó.— ... Aún así es muy... —se detuvo al sentir vibrar su teléfono. Lo sacó de su bolsillo y pude ver que lo estaba llamando Type. —un momento.— Se levantó y contestó la llamada caminando hacia la cocina.

Mi mente sólo pensó lo peor. Así que me levanté caminando tras él, pero me detuve justo en la entrada sin que lograra verme. Estaban hablando de algo sobre sus prácticas por varios minutos, y ya me comenzaba a aburrir, pero cuando me iba a regresar al salón escuché mi nombre y la piel se me erizó.

—Estamos bien Type, se ha comportado muy lindo conmigo, siento que es el indicado.

Mierda. No me sentía nada bien con escuchar a Techno halagándome de esa forma.

—¿Un rumor? No, no he escuchado nada de est... —se había quedado callado por un tiempo.— ¿Perdón? —preguntó alzando el tono.

En ese momento entré a la cocina, él me vio y tapó el micrófono esperando a que le dijera algo.

—P'No... Hace mucho que no... Tenemos nuestro momento. —me colgué de su cuello y le di un beso. Él trató de detenerme pero no pudo resistirse. Mis manos ya se habían instalado bajo su camiseta, y mis besos descendían por su cuello.

—Kengk... Oiii... —dejó su teléfono sobre la encimera y se enfocó en mis besos, los cuales subían y bajaban por todo su cuello.

—Vamos a tu habitación. —lo tomé del brazo y lo llevé casi a rastras hasta su habitación, en donde lo lancé a la cama y me coloqué sobre él.— No sabes lo que soy capaz de hacerte...

—Entonces muéstrame. —murmuró con la respiración agitada. Mirando directamente a mis ojos.

Notas de autor:

Me di cuenta de que a ustedes les gusta la salsa jajajsjjs xd ¡prepárense porque ahora sí se viene el drama!