¿Qué Piensan De Mí? #thedomains2019

3.-Pérdida del corazón y melodía del alma.

4 años después, M ya tenía trece, estaba cursando primer año de bachiller, y aunque ya no daba saltos ni brincos imaginando ser el hombre araña, su imaginación no paraba de crecer. Pero una pregunta en su cabeza comenzó a asecharlo intermitentemente.

—¿Qué voy a estudiar después de acabar la escuela?

Y muy pronto (y sin darse cuenta) esa pregunta fue trayendo otras a la orilla de su conciencia.

¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Para qué soy bueno?

Pronto, la metrópolis que había creado su imaginación cuando era un niño pequeño fue poco a poco perdiendo terreno; la "realidad" lo pedía con la excusa de que imaginar no te dará un trabajo estable.

Y aunque parecía que su imaginación iba a ser masacrada por pretextos básicos, su corazón solo le pedía una cosa:

—Por favor, toca.

Agarraba su guitarra y como siempre comenzaba rasgueando un Re mayor, con el paso de la melodía fue cambiando de acorde, de fuerza, de rasgueo, la melodía mostraba alegría, diversión, sencillez y esa sencillez lograba que su imaginación volviera a recorrer por todas las calles de su metrópolis. El corazón amaba el cuerpo y el ser al que le había tocado bombear su sangre, amaba a M; amaba verlo feliz, sabía que la música siempre le animaba y por eso, jamás dejó que parara de tocar.

Quizás por eso, M en el fondo sabia cual era su vocación, pero tenía miedo... No había día en que no dejara de tenerlo.

Esa época, fue la peor de todas para M, su mundo se quemaba y caía a pedazos... Literalmente. Un día, su casa se incendió, perdió mitad de lo material y la presencia de alguien a quien nunca quieres perder en una noche que nunca debería estar llena de lágrimas. Un 25 de diciembre, un ataque respiratorio acabó con la vida de La Señora Ramona, la abuela que fue uno de lo pilares de la imaginación de M. En ese momento, supo lo que sintió Peter Parker al perder al tío Ben.