11.-Cuando te vuelves mas grande que el miedo (Epílogo).

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Desde aquel día en el que M habló con su corazón en persona, no volvió a tener miedo sobre lo que piensen los demás, no se preocupó sobre sí la carrera y modo de vida que escogió era el que le iba a traer mejores ingresos y jamás dejó de buscar, crear e interpretar canciones de todo tipo que hacían a su alma sentir y a su corazón palpitar al son de la melodía.

Desde aquel día en el que abrió los ojos, se abrió hacia las personas y comenzó a hacer pequeños en su vida para dejar atrás aquellas fuertes tormenta que tuvo en varias noches de su vida.

Y en ese momento se dio cuenta que allá afuera había gente que lo apoyaba y a la cual la hacia sentir emociones con las canciones que él componía; y en ese momento volvió a tener confianza en sus padres, volvió a abrazar a su padre y el corazón poco a poco recobró la confianza que había perdido con la madre de M. Antes no entendía que sus padres solo buscaban que su niño fuera un profesional y que no le faltara nada ni a él, ni a su futura familia. Pero que quizás se olvidaron de que la felicidad vale muchísimo mas que un papel verde con algunos ceros y no los culpo, la vida de ambos fue realmente difícil gracias a que no siempre hubo dinero, comida o amor en la mesa y no quería que su hijo pasara por los mimos baches que alguna vez ellos pasaron.

Quizás por eso su madre le exigía demasiado y quizás por eso, su padre actuó como un idiota aquella noche. No es una justificación tan razonable, pero M entendió que comenzar de nuevo significaba perdonar de a poco para en algún punto de su vida dar de a mucho.

Hoy por hoy, M...

¿Saben algo?

Creo que debería hablar en primera persona. Digo, al fin y al cabo, M y yo somos la misma persona.

Hoy por hoy, soy Miguel Ángel Rambao Sánchez, y siempre fui el mismo niño pequeño amante del hombre araña y la imaginación. Estoy a pocos meses de cumplir 15 primaveras en las cuales he llorado, reído, amado, sentido miedo, seguridad y viviendo cada día de formas muy distintas que han logrado transitarme por la ruta que hoy voy siguiendo.

¿Qué sí aun el miedo aparece de vez en cuando? Si, pero aprendí a vivir ello y a recordar que siempre que una tormenta de ansiedad, tristeza y miedo aparezca, tengo un buen Ukulele, una buena guitarra y una buena voz para expresarme ante eso y hacer de la tormenta un arcoíris. Como también amigos a los que considero familia y un futuro más que brillante.

Y aunque por ahora no he podido tener la oportunidad de hablar con mi mejor amigo el corazón de nuevo, sé que él sigue aquí, dándome los pequeños empujones que necesito para correr los riesgos; y que... En el momento en el que lo necesite, él volverá a hablarme.

Creo firmemente que el miedo nos consume, pero que nosotros somos capaces de comérnoslo. Solo hace falta... Un empujón

¿Qué Piensan De Mí? #thedomains2019Where stories live. Discover now