Me enamoré de una bestia.

Especial de San Valentín part 1: Comienzo del caos.

-2 semanas después-

La puerta principal de la cabaña se escuchó con ímpetu. Zelda caminó con pasos apresurados, abrió y se encontró con la persona que hasta ahora, le ha arruinado su relación con Link.

-Ilia...

-¡Hola Zelda! –Sonrío ampliamente.

Zelda le regaló una sonrisa a medias, a parte ni verdadera. No es muy agradable ver a la persona que ha causado sus lágrimas durante varias noches.

-Ya te llamaré a Link...-Dijo dándose la vuelta.

-¡No espera! Quiero hablar contigo. Te venía a invitar a pasear por el pueblo.-Dijo apenada.

-¿A mí?-Agregó alzando una ceja.

Asintió levemente, Zelda aún confundida, resopla desgano y cierra la puerta detrás de ella. Tras bajar se encuentra a Nabooru con una sonrisa radiante, algo no andaba bien.

-¿Qué hiciste?-Preguntó enfurecida.

-Nada que te incumba.-Dijo en un tono burlón.

***

Las tres chicas caminaban por la plaza del pueblo. Notando que, estaba más animada que antes, e incluso rosales adornaban cada esquina, grandes lazos decoraban las lámparas que por las noches iluminaban un poco. Varios chicos caminando con rosas, chocolates y cartas con figura de corazón. En ese instante, Zelda entiende todos aquello preparativos, en dos días se celebra el amor de la Diosa y el Héroe. Cuentan las viejas tradiciones, que si una pareja se declara su amor, aquel será bendecido y cubierto por el alma de Hylia y el Héroe, entrelazando sus almas en un compromiso eterno.

-El día de los enamorados...-Susurró Zelda.

-Sí, es en dos días.-Dijo Ilia.-Increíble que los hombres gasten tanto dinero en estos tiempos.

-Exacto.-Comentó Nabooru.-Además, Zelda, creo que será el momento perfecto para ofrecerle unas sinceras disculpas a Link. Ni tú, ni él, vivirán tanto tiempo de esta manera.

Zelda sufrió mucho durante dos semanas, recibiendo los gestos, los rechazos de parte de Link. Rotundamente le partían el alma, desgarrando poco a poco su corazón. Giró a ver a la ojiverde y a la morena, quienes le veían esperando una aprobación de su parte. Creo que sería el momento perfecto, como lo aconsejó Nabooru. Ahí tomó una decisión.

-Pero no lo podré hacer sola.-Sonrío cariñosamente.

***

Las chicas estaban en la alcoba de Ilia, dónde pasaban una vez más los planes para la ocasión, dónde los tortolos, darían comienzo a su amor.

-¿Estás de acuerdo Zelda?-Preguntó una vez más Ilia.

-Sí.-Dijo más segura que nunca.

-¡Bien! Necesitaremos un apoyo masculino, creo que recurriré a Nahin, le pediré por lo que más ama en este mundo que no le comente nada a Link.-Dijo la morena.

Ilia terminó de anotar ciertas cosas en un papel, repartiéndolo entre Nabooru y su persona, Zelda observaba expectante a las chicas quienes intercambiaban papeles.

-Nabooru, esto son los preparativos que comprarás, este tipo de rosas lo venden en el pueblo. Yo me encargaré de la comida y buscar el lugar perfecto para que pasen la noche juntos sin interrupciones.-Sonrío.

-Un par de telas para el frío no vendría mal.-Guiñó el ojo la morena.

Zelda sintió su cara arder, eso lo entendió a la perfección.