El crepitar de la chimenea: Parte 1.

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"Y es que nos costó mucho coincidir,
como para dejarnos ir tan fácil..."

Aquella mañana de sábado amaneció extrañamente soleada. El sol, aunque a veces oculto bajo una ligera nube, brillaba con tal intensidad que dejaba tras de sí la engañosa sensación de temperatura alta. Los jardines de Hogwarts, siempre verdes en verano, ya habrían de adquirir completamente el tono amarillento de la naturaleza al secarse. A Gin le gustaba tanto aquel inusual clima, como los sábados: Siempre más relajados, siempre más flojos, siempre tranquilos. Se enfundó un poco más en su abrigo y agachó el mentón dentro de su bufanda apurando el paso. A su lado, Emily no dejaba de parlotear. Era sincera en admitir que en ocasiones le cansaba, la aburría, pero sabía que la cobriza nunca obraría de mala fe, y que si le atormentaba con sus monólogos tan típicos en ese minuto era para lograr evitar así sus pensamientos. Suspiró. Le gustaba el clima, le gustaban los sábados, le gustaba estar con sus amigos y no podía disfrutarlo. Algo dentro de ella no dejaba de removerse, de hacerle zumbar los oídos y cosquillearle el estómago. Y tan extrañamente como el clima, esta vez, el culpable no era otro que Blake Zabini. Sabía de ante mano que debía de digerir la situación por sí misma. Emily no le ayudaría al ser partidaria de su amigo, y lamentablemente siempre fue alguien desconfiada como para hacer partícipe a sus compañeras. Lorcan actuaba extraño desde la ida de Lily, y Blake...

A decir verdad, tomando el riesgo de sonar egocéntrica, siempre supo que le atraía a Blake de cierta manera, y sería una mentirosa si dijera que nunca sintió nada. Estuvo colada por él hasta que conoció a Albus hace ya dos años, pero para ese entonces, su amigo dedicaba su concentración en el recién revelado sector femenino, y no en la pequeña y menuda Gin, que se desarrolló más tardíamente que el resto. Afirmó el agarre sobre su baúl. Sólo quería llegar a casa a refugiarse bajo el calor de los abrazos de su padre. Tendría un día de tranquilidad para tomar una decisión, antes de tener que topárselo en la ya tradicional fiesta que se celebraba en casa de los Nott cada Navidad.

—... Entonces Rose y James discuten en pleno pasillo, y él se va furioso... No sé qué pasó exactamente después. De eso ya tres semanas, claro, y obviamente siguen juntos. Ya sabes, se arreglaron y bla, bla, bla. ¡Pero no se puede olvidar el hecho de que sus familias ya saben y están en contra de esto! Creo que es el principio del fin de su relación, definitivamente...

— No logro entender como sabes cada mínimo rumor que cruza por este colegio —. La interrumpe Gin, a lo que Emily lanza una risa al aire, orgullosa de sí misma —. Que digo, que si se aman o ya no se aman es cosa de ellos. Si le hacen frente o no a su familia, también es sólo de ellos. Lo que más odiaba los días después de cortar con Albus es que la gente tomaba partido por todo. Que él fue un hijo de puta, que yo fui una cabrona, que vamos a volver, que jamás estaremos juntos de nuevo...

— Te quejas de llena. ¡Las encuestas de popularidad apuntaban que tú eras la favorita y él un capullo! La gente estaba completamente de tu lado...

— Pero no debían, Emily, era un tema que sólo compartíamos Albus y yo... —. Suspiró. Su cobriza amiga frunció ligeramente los labios en una sutil mueca que Gin conocía de antemano. Pasó una mano por sus cabellos, colocándolos tras su oreja —. Lo siento, Em. Es que James siempre fue considerado conmigo, incluso después de que dejara de ser su cuñada... Consideraría injusto de mi parte hablar de su relación tan abiertamente, cuando no es mía, y él jamás se pronunció sobre Albus y yo, a pesar de que era su hermano...

Emily cambió drásticamente de tema, iniciando así un nuevo monólogo, aunque esta vez de la fiesta de los Nott que se avecinaba. Cambiar de tema era una actitud típica últimamente, que solo utilizaba cuando la conversación comenzaba a girar en torno al apellido P... Reprimió una sonrisa. Emily tenía cientos de defectos, pero siempre se preocupaba de no hablar algo que hiriera a sus amigos. Amigos como ella siempre hacían las cosas más fáciles, más amenas.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2020 ⏰

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