♦one-shot♦ El Siguiente Paso (Gohanxvidel)

💘San Valetin💘

Era un día soleado, el tráfico ha pleno estallar de vehículos, parques abarrotados de familias y parejas que ya comenzaban a celebrar que en muchos lugares se le celebraba como San valetin, día en el que el consumismo está es su máximo esplendor claro está, después de navidad. Los detalles más elegidos por parejas, es desde cajas de chocolate, Ramos de rosas, hasta viajes clandestinos.
Pero nuestro chico, nuestro peli negro no se le ocurría nada, creía que todo lo que se regalaba era muy poco para su esposa, aquella mujer se merecía algo muy especial, que nadie quizás haya probado; había pensado que lo más cerca de regalarle era la mismísima luna pero la ley de la naturaleza no se lo permitía.

Pan había crecido lo suficiente como para ya hacer travesuras, las paredes no había sido lo suficientemente para pintar sus bellas arte así que voló hacia el techo para terminar de dibujar lo que ella pensaba un gran prado de flores. En ocasiones llegaba a pintar la cara de su propio padre que descansaba de un día de trabajo, ha videl no le hizo gracia y la reprendió por ello, ella solo asentía apenada al borde de las lágrimas pero luego de eso llegó su abuelito goku, El para aligerar el ambiente había convencido a sus padres ir a quedarce el fin de semana con ellos, ha eso ha pan la había hecho tan feliz que se había comportado toda la semana como todo un Ángel y eso ha gohan le había fascinado era hora de unos días de relajo, no habían pasado tiempo a solas después del nacimiento de la pequeña pan, pero eso no significaba que cada momento con ella era tan especial, la paternidad le había asentado bien pero aquí en le habia sentado era a videl, era una excelente madre siempre para ella estaba y en cada feliz momento.

Ya había pasado unas cuantas horas después de que pan se había ido, y gohan seguía pensativo en su estudio, aún no se le ocurría nada, quizás comenzaría con una reserva a un elegante y refinado restaurante de la capital, y después algo se debía ocurrir, eso es. Salió contento del estudio y fue a ver donde estaba su esposa.

La encontró pegada al teléfono, no se había dado cuenta de su presencia, hablaba en susurros, en su voz tenía un tono de emoción, sonrei al hablar. Con quien hablaba se preguntó el pelinegro muy confuso, nunca la había visto actuar de esa forma. Al colgar dio la vuelta y se encontró cara ha cara con su esposo, estaba nerviosa y casi tropieza con una mesita que quedaba allí.

- Que haces, me estabas espiando - dijo juguetona.

- Claro que no, solo.... pasaba, sí, eso era - fijo su vista en el teléfono que estaba al otro lado de la habitación.

- Tienes hambre, ya es hora de la cena, me pondré a cocinar - dijo con gran emoción ocultando así su nerviosismo.

Cruzo la habitación y gohan no movió ningún músculo espero que su esposa saliera para ir y ver el número en la que estaba teniendo esa conversación. Nunca fue celoso pero sí curioso, se abalanzó al meson que reposaba el teléfono y comenzó su búsqueda, pero oh sorpresa no había historial. Su curiosidad estaba incrementando, pero recordó su reservacion y camino apresurado a buscar de nuevo a su esposa.

Estaban en el auto, ella radiante como siempre. No tocaron el tema de lo sucedido, videl hablaba de su trabajo como medio tiempo en un exposición de artes y eso a ella le encantaba.

La noche estaba tranquila, dejaron el auto parqueado a unas cuantas calles, caminaron cojidos de las manos la fresca brisa sacudió el cabello de la joven pareja que iban llegando a su destino. El restaurante pintaba con gran desdén, estaba lleno de gente, muy pocas mesas pensó gohan algo preocupado.

- Muy buenas noches señorita, hoy hice una reservación, puede usted... - pero la cara de la señora que lo veía se tornó roja, se veía muy apenada.

- señor hace unos veinte minutos que intentamos llamar a su casa, pidiéndole disculpas por su reservación, lamento decirle pero no hubo alguna espacio - dijo con sus mejillas roja de la vergüenza.

La furia de gohan estaba por las nubes pero solo podía sonreír y cojer a videl por el brazo y volver a salir. Siguieron caminando a la deriva, estaba frustrado no podía ver la cara de su esposa se suponía que era su día.

El teléfono de videl sonó y tuvo ella que soltar del agarre de su acompañante y dar algunos pasos para poner contestar, y eso a gohan lo desconcertó, esta era la segunda vez que hacía lo mismo y su enojo se incrementó, Quien podría llamarla esta horas y porque hoy.

Cuando la llamada finalizó en el rostro de gohan solo se veía la frustración en carne y hueso, el solo quería volar lejos de todo esto y olvidar que hoy era San Valentín. Videl lo noto y rápido lo tomo de las manos y comenzó a elevarse, donde se encontraban estaba desolado solo se encontraban ellos dos. Gohan hizo lo mismo y fueron elevándose aún más. Hace mucho que no hacían esto, era increíble como la noche escondía cosas tan increíble como dos seres que se aman, al instante ya estaban volando por las nubes, la sonrisa de videl fue suficiente para despejar la mente de aquel pelinegro.

Descendieron en un muelle cerca de la ciudad, lejos de la bullicio que lo generaba. Era majestuoso estar contemplando las luces que producía cada hogar, las Torres que lo elevaban. Las lindas estrellas que titilan en el basto cielo.

- Las llamadas que hacía era para tranquilizar a pan, aunque la ha pasado de maravilla, te ha extrañado demasiado no ha parado de preguntarte - y su vista estaba fija en cada estrella - No quería que esto detuviera tu plan de San Valentín. Le prometi que hoy la íbamos a traer con nosotros.

Gohan había perdido el habla. su hija lo extrañaba aunque solo llevara un día ella siempre lo traía presente, sus ojos comenzaron a desprenderle lágrimas, también extrañaba a su hija y videl lo hizo abrir sus ojos, siempre fue ella. Cogio el rostro de su amada y la acerco para ver en ella esos ojos que lo atraían y la besó, era un beso suave donde solo ellos podían darle significado ha ese tierno beso que se fue intensificado cada vez.

La luna tan discreta como todas aquellas noches era cómplice de más de uno esa noche, y desde ahí solo sabrá ella que más pasara esa noche, brillo picaramente para después irse a esconder detrás de unas nubes.