⌈SOULMATES⌋ bruce wayne & jeremiah valeska╏GOTHAM

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La muchacha se deslizó desde el balcón.

— Oye... oh... no pensé que tendrías compañía. Sólo quería pasar y ver cómo estabas. Ya sabes, después de todo lo que sucedió en el concierto en la plaza Paisley.

— Eh... sí, uh, estoy bien —aseguró Bruce. Se olvidó por un breve momento de lo que sucedió hace unos días. Sonrió y le presentó a Jeremiah.

Cuando Bruce y Selina conversaron un rato, Jeremiah se dio cuenta de lo cómodos que estaban el uno con el otro. Ella era una chica atractiva y Bruce parecía tener un lugar especial en su corazón para ella. El pensamiento de ellos juntos le comenzó a molestar súbitamente. Podía sentir los temblores reapareciendo lentamente y formando un nudo en su garganta. Su estado de ánimo cambió drásticamente.

— Por cierto, Jeremiah, lamento lo de tu hermano. Él era... —ella pone los ojos en blanco y se burló.

— Sé lo que era. —la interrumpió, cortante.

Selina se sorprendió, no quería ser grosera y reabrir algo que quizás estaba cerrándose. Ella detectó tensión entre ellos y supo que no era por su hermano.

— Bueno, tengo un lugar al que ir —tomó unos bocadillos y se dirigió hacia el balcón.

— Gracias por venir —dijo Bruce.

— A-já, nos vemos más tarde —evaluó a Jeremiah antes de desaparecer.

Bruce tuvo que despejar el aire porque era consciente de que Selina y Jeremiah no tuvieron una buena primera impresión.

— Selina es mi amiga y nos conocemos desde hace mucho tiempo. Es muy independiente, asi como un gato callejero. Ella viene y se va, hace lo suyo y yo hago lo mismo —explicó.

Jeremiah no quiso mirar a Bruce.

— ¿Sólo amigos? —se burló— Estoy seguro de que ustedes dos tienen una historia. —Quiso decir, historia "romántica", pero no pudo terminar la frase. Sus labios se apretaron mientras estrechó sus ojos hacia sus manos temblorosas. Nunca antes había sentido el nerviosismo con Bruce. ¿Por qué le estaba sucediendo ahora?

Bruce puso los ojos en blanco y suspiró suavemente. Le brindó a Jeremiah una dulce sonrisa, no iba a negar que le gustaban esos celos repentinos. Ahora Jeremiah sabía cómo Bruce se sintió antes cuando vio a Ecco.

Él tomó el rostro del pelirrojo para forzarlo a que lo mire.

— Vamos a mojarnos —murmuró seductoramente.

Los ojos de Jeremiah se abrieron como platos, las palabras lo sobresaltaron tanto que los temblores se detuvieron.

— ¿E-eh? —se tragó el nudo en la garganta y se sonrojó ligeramente.

Bruce sonrió y luego se levantó.

— Vamos a ir a la piscina.

Jeremíah exhaló y sacudió la cabeza. La piscina... bueno, no era lo que tenía en mente, sin embargo, en esos momentos sonaba bastante bien.