Ambos chicos se colocaron sus respectivos trajes de baño y fueron hacia la piscina. Fue el momento más hermoso del día. El cielo crepuscular estaba pintado en tonos rosa, azúl y amarillo.
Jeremiah se quitó las gafas y las colocó al borde de la piscina.
— ¿Aún puedes verme? —Bruce bromeó mientras agitó su mano frente a su cara y lo empujó de costado.
— No estoy ciego —resopló. Él se estremeció ante el golpe y luego asomó hacia atrás. Su visión era borrosa por todos lados pero, para evitar la vergüenza, intentó no entrecerrar los ojos.
Bruce se rió mientras corria y se quitaba la camisa para saltar a la piscina.
— Está climatizada, es lo mejor —dijo mientras salía para tomar aire.
Jeremiah asintió y se quitó la camisa con cierta timidez.
Bruce hizo un gran esfuerzo por no mirar su cuerpo, pero no pudo evitarlo. Fue imposible. Sus labios se separaron mientras miraba boquiabierto esos anchos hombros, bíceps y marcado torso del sexy pelirrojo. Luego miró su propio cuerpo delgado y se hundió lentamente bajo el agua hasta que llegó a su barbilla. Bruce estaba algo ejercitado, pero no tanto como él. Igualmente tenía su encanto.
Siguió mirando mientras Jeremiah caminaba por los escalones de la piscina hasta meterse al agua.
— ¿Qué? —el pelirrojo lo miró de reojo y con una sonrisa torcida.
Y ahí estaba otra vez, poniendo a Bruce caliente y dejándolo sin aliento. Sacudió la cabeza y pensó en otra cosa.
— Nada —rió nervioso. Aprovechó a salpicarle la cara con agua.
— Oh, ya valiste —el pelirrojo saltó sobre Bruce, que se reía histéricamente y lo persiguió bajo el agua.
El resto de la tarde se lo pasaron de maravilla nadando, chapoteando y saltando en la piscina una y otra vez. Bruce hacía todo tipo de movimientos acrobáticos; Los giros frontales y los retrocesos hacia la piscina. En un momento, Jeremiah intentó hacer trampa tirando de las piernas de Bruce o empujando su cuerpo bajo el agua durante una carrera. En esencia, los muchachos se reían y jugaban, sintiendose muy bien. No se habían sentido asi en mucho tiempo.
Las luces de la piscina se encendieron cuando la noche negra y las estrellas brillantes cubrieron el cielo. Se colocaron a un costado de la piscina para apreciar aquello.
— Entonces, el multimillonario Bruce Wayne también es el joven soltero elegible de Gotham, o playboy, ¿verdad? —Bromeó Jeremiah.
Bruce resopló.
— Pfft, no. ¿Cómo sabes eso de todos modos, no era que vivías bajo tierra? —se burló y lo salpicó.
— Ja, já —lo volvió a chapotear mientras Bruce se reía con una facilidad admirable.— Investigo al señorito Wayne y claro, leo los periódicos.
— Hmm, bueno, no lo soy —fueron tiempos difíciles para Bruce. Todo lo que sucedió con Ra's al Ghul, despedir a Alfred, salir de fiesta todas las noches, hacer amigos falsos, besarse con chicas al azar, tal vez incluso dormir con ellas, y por no mencionar beber demasiado, fue deprimente. Se reclinó en el borde de la piscina con una expresión sombría— Para ser honesto, ni siquiera recuerdo ninguna de sus caras, o lo que hice —gruñó.
Por la expresión de su rostro, Jeremiah pudo decir que se arrepentía de todo y se avergonzaba de ello. Se acercó más a Bruce:
— Mira, no te castigues. Confía en mí, lo entiendo. Estabas tratando de ahogar el dolor. Yo... todavía lo hago, de ahí el consumo excesivo de alcohol —empatizó.
— Es más que eso —agregó Bruce. Jeremiah estudió su rostro con curiosidad.— Desde que murieron mis padres, he sentido esta oscura presencia conmigo. Lo extraño de esto es que no le tengo miedo. Tengo miedo de abrazarlo, si eso tiene algún sentido —la conexión de Bruce con Jeremiah, como amigos y almas gemelas, lograba que fuera más fácil para él expresarse. Era como si realmente no tuviera que explicar mucho, porque el otro sabria exactamente lo que quería decir y lo que sentía, sólo por instinto.
— Bruce, tenemos mucho más en común de lo que pensaba. Lo entiendo completamente. —dijo mirando sus manos. Él nunca habia hablado con nadie sobre su propia sombra oscura que se escondía dentro de él, ansiosa por tomar el control absoluto. Ahora más que nunca quería contarle a Bruce sobre todo eso. La verdad sobre su familia y la relación con su hermano y cómo los temblores y las ansiedades eran parte de los demonios en su cabeza que estaban pidiendo salir.
— Pero bueno, lo tengo bajo control —aseguró Bruce.
— Ojalá pudiera decir lo mismo —murmuró el pelirrojo.
— ¿Tu hermano todavía te persigue? —Ahora Bruce estudió su rostro y notó una profunda tristeza y lucha en sus ojos.
Jeremiah suspiró.
— Es mi hermano, mi sangre, y nunca me dejará. Cuanto antes me de cuenta de eso, mejor. Además, no es la causa, es el síntoma.— La conversación dio un giro que no le gustó, así que hundió la cabeza bajo el agua como para ahogar los pensamientos. Por mucho que odiaba a su hermano, Jerome no era el problema, el problema residia en él. La sombra oscura y los demonios vivian dentro de él.
Bruce no lo entendió del todo, sin embargo, levantó a Jeremiah por encima del agua y lo apoyó contra el borde de la piscina. Bruce puso ambas manos en el borde de la piscina atrapándolo entre sus brazos.
Aparte de la visión borrosa del contrario, el agua goteaba de sus ojos cuando salió a la superficie. Cuando se limpió y se peinó el cabello hacia atrás, se dió cuenta de lo cerca que estaba Bruce de su cara, su corazón comenzó a latir con fuerza. Se olvidó de su hermano y de la oscuridad. Todo lo que podía ver era el reflejo luminoso de las piscinas de color turquesa que bailaba en el rostro solemne de Bruce. Sus profundos ojos moca perforaban a Jeremiah como si pudiera sentir su dolorosa alma.
—Jeremiah, quiero que sepas que no estás solo en esto. Me tienes a mi ahora. —aseguró Bruce.
Ambos se quedaron en silencio por un momento. La noche oscura era atractiva, los grillos cantaban y la luna era su única compañera. Jeremiah se sintió muy afortunado de tener a Bruce en su vida. Bruce... su amigo, su alma gemela, y esperó que más tarde, esa noche, fuera su amante.
Agarró su pequeña cintura y lo acercó más hasta que sus labios quedaron separados por una pulgada. Bruce miró por encima de sus pestañas con una necesidad desesperada de amar a Jeremiah. Él quería proteger a su alma gemela más que nada. Quería quitarle todo su dolor. Sus ojos se cerraron, los labios apenas se tocaron y respirando el aire del otro, fue intoxicante.
De repente, Jeremiah escuchó que se abrió la puerta del patio, jadeó y metió la cabeza en el agua. Bruce se rió de su reacción, pero también se sintió frustrado porque seguían siendo jodidamente interrumpidos.
— ¡Vengan ustedes dos, la cena está lista! —Gritó Alfred.
— ¡Vamos enseguida! —Bruce golpeó ligeramente la cabeza del chico bajo el agua— Hey, vamos — dijo mientras tomó las gafas y se las entregó sonriendo.
Salieron de la piscina llevándose la ropa y las toallas mientras se dirigieron a cenar.
...
ESTÁS LEYENDO
⌈SOULMATES⌋ bruce wayne & jeremiah valeska╏GOTHAM
Fanfiction❝ 𝙽𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚕𝚊 𝚐𝚛𝚊𝚟𝚎𝚍𝚊𝚍. 𝙽𝚘 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘𝚜 𝚜𝚞𝚌𝚎𝚍𝚊, 𝚎𝚜𝚊 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚣𝚊 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚗𝚘𝚜𝚘𝚝𝚛𝚘𝚜 𝚜𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚛á 𝚊𝚕𝚕í 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚕 𝚍𝚎𝚜𝚎𝚘 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚎𝚌�...