House of Cards (BTS +18)

CAPÍTULO 9

ATENCIÓN

Este capítulo alberga contenido sexual explícito. Leer a su propio riesgo.

Terminé en el departamento de los chicos. Nam no quiso, bajo ningún punto de vista, que pasara la noche sola en mi casa. Y se lo agradecí. Honestamente, dudo que me hiciera bien la soledad en estos momentos. Le estaba dando vueltas a muchas cosas en mi cabeza. No podía dejar de pensar en qué me habría pasado si ellos no llegaban a tiempo. Me revolvía el estómago recordar a Minjul.

Una vez que Jungkook abrió la puerta, me encontré con cinco pares de ojos que giraban en mi dirección. Bueno, estaba siendo muy generosa con Yoongi. Eran cuatro, porque el de cabellos blancos reposaba la mitad superior de su cuerpo sobre uno de los sillones, con la cabeza de lado contra el respaldo y los ojos cerrados. Los demás saltaron de sus lugares para recibirme, con sus semblantes aunados en una sola expresión: preocupación.

-Alice, ¿te encuentras bien? –Jin fue el primero en aproximarse, vestido con una camiseta blanca y un jogging. Sostuvo mis brazos con delicadeza. –Dios, estábamos muy preocupados. ¿Qué fue lo que pasó? Nam dijo que un tipo borracho quería aprovecharse de ti y salió corriendo con Kook a buscarte.

-Todo está bien ahora, Jin –respondí, tratando de serenarme. No quería ponerlos más nerviosos de lo que ya parecían estar.

Nam se acercó por detrás de mí y apoyó su mano en el antebrazo de Jin, lanzándole una mirada que le indicaba que se lo tomara con calma.

-Ella está bien –dijo Jugkook con una sonrisa llena de confianza, poniéndose unas pantuflas y repantigándose en el sofá grande. –Namjoon hyung se ha encargado del tipo. Tendrías que haber visto la expresión de pánico en su rostro cuando lo tomó por el cuello –hizo gestos con las manos imitando el agarre de Namjoon. –Demonios, hyung es increíble. No quisiera hacerlo enojar nunca –simuló un escalofrío.

Los demás fueron acercándose a mí con timidez. Tae rascándose la cabeza y con los ojos soñolientos pero curiosos, evaluándome de cuerpo completo para asegurarse de que estuviera entera. Mi ángel rubio sostenía un peluche amarillo y blanco con la lengua afuera. Era la viva imagen de un niño pequeño. Hoseok tenía un brazo descansando protectoramente sobre los hombros de Jimin, cualquier rastro de la alegría que lo caracterizaba había desaparecido, siendo reemplazada por una seriedad absoluta. Y Yoongi... Bueno, él sólo seguía con los ojos cerrados, su pecho subiendo y bajando acompasadamente, ajeno a todo.

-Será mejor que vayan a dormir, chicos –les habló Nam. –Mañana tendremos un día pesado y apuesto a que Alice también quiere descansar.

No se equivocaba. Mi cuerpo estaba agotadísimo después de la feroz descarga de adrenalina que había tenido, poniendo mis sentidos alerta y a flor de piel. Sin embargo, dudaba que mi subconsciente me dejara dormir en paz. Sin contar que las escenas se seguían repitiendo una y otra vez en mi mente. La tenebrosa voz de Minjul. La puerta destrozada. Luego tomándome del pelo y arrastrándome con una fuerza inhumana. Sus manos rodeando mi garganta. La manera lujuriosa con la que me miraba. La forma en que Jungkook había entrado, empujándolo para hacerse camino. Su expresión. Cómo Nam se había hecho cargo de la situación. Todo era... DEMASIADO.

Jin me soltó, para aplaudir con las manos tres veces, llamando la atención de todos. Vi a un asustado y confuso Yoongi despertar abruptamente a causa del ruido, sin saber lo que pasaba a su alrededor. Jungkook se rio de su superior con una carcajada. ¿Cómo podía estar tan relajado luego de lo que había pasado? Hasta Nam seguía con la mirada perdida y pensativo.

-Ya escucharon al líder –espetó Jin, alzando la voz. –Todos a dormir.

-Hyung –lo llamó Jimin, desde su posición. -¿Le mostrarán la sorpresa a Alice? –el mayor asintió, guiñándole un ojo.