Dairy Queen [l.r.h]

2.9

"Entonces ya está todo listo?" Pregunté bajando las escaleras a velocidad extrema.

"Todo está en su lugar Lili. Y todo saldrá bien." Terminó diciendo mi padre, intentando calmarme desde hacía un buen rato ya.

"Pero, ¿Qué tal que no te agrada? ¿O que tú no le agradas a él? ¿O qué tal que terminan odiándose a muerte y no me dejas verle más y esta historia termina como Romeo y Julieta?" Lancé las preguntas una a una sin detenerme a que mi padre contestara.

Hoy vendría Luke a cenar con mi padre y conmigo. Papá quería saber con quien tenía llamadas hasta la madrugada y recientes salidas. Decía que me veía más feliz y quería conocer la fuente de aquella felicidad interminable; así que le invitó a cenar para conocerse.

Tenía miedo que en realidad papá no le quisiera, ya que en tan pocas semanas Luke se había convertido en una persona de suma importancia en mi vida. Y le quería, le quería como se quiere respirar para no morir.

"Hey hey hey, tranquilízate Lili. Todo saldrá bien, y dudo sobre todas las cosas que el no llegue a agradarme. Si te hace feliz a ti, a mi por consiguiente logrará hacerme feliz. Con que no sea un idiota y termine lastimándote todo irá de maravilla." Me dijo poniendo ambas manos sobre mis hombros mientras me miraba a los ojos. "Tranquila." Dijo suspirando ampliamente y sonriéndome contagiándome la serenidad que emanaba de su cuerpo.

Antes de poder responderle siquiera tocaron el timbre y supe por inercia que se trataba de mi chico cabello color sol.

Fui hacia el recibidor y abrí la puerta, dejándome ver al chico alto de ojos azules vestido con un Jean negro, tenis del mismo color, playera blanca y chamarra de cuero negra sonriéndome de par en par. Llevaba un ramo de margaritas en una mano y en la otra una bolsa negra alta lo que me indicaba que sería vino.

"Hey" fue lo primero y único que salió de mi boca al terminar de repasarle en menos de un minuto. "Pasa por favor." Me hice a un lado abriendo más la puerta y pasó a entrar. Se acercó a mi y me dio un casto beso en los labios. Seguido de esto me dio el ramo de flores y volvió a sonreírme coquetamente.

Juré que el color rojo en mis mejillas no pasó desapercibido y al cerrar la puerta algo, o más bien alguien me lo impidió. Me moví rápidamente mientras tomaba aún la perilla de la puerta y asomaba mi cabeza dejándome ver a un chico alto con el cabello violeta.

Este hombre va a quedar calvo antes de llegar a los 30, lo juro.

Le miré atónita y el simplemente empujó la puerta suavemente invitándose a pasar solo.

"Bueno no te quedes ahí parada Libra, dame mi beso ya." Dijo agachándose y girando la cabeza poniendo casi a mi altura su mejilla. Tocó con su dedo índice dicha zona y alcé las cejas. Sonreí y rápidamente le di un beso.

"¿Qué haces tú aquí?" Pregunté riendo burlonamente. Estoy casi segura que no había invitado a aquel chico cabello color uva.

"Yo le he invitado Lili, espero no te moleste." Mencionó mi padre reuniéndose con nosotros en la entrada de la casa.

"Para nada." Negué con mi cabeza y después recordé a quién tenía a mi lado. "Oh, papá él es Luke; Luke, él es mi padre Nelson." Dije mientras movía mis manos de uno a otro haciendo presentaciones. Luke asintió con la cabeza al mismo tiempo que papá hacía lo mismo. Éste se acercó al ojiazul y le tendió la mano, cosa que mi chico aceptó y apretó su mano.

"Traje esto para la cena, espero a todos les guste el vino." Dijo Luke tendiendo la larga bolsa azul Marino hacia mi padre.

"No te hubieses molestado Luke, gracias." Sonrió mi padre y luego nos miró a los tres. "Bueno por favor, pasemos a cenar."