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"¡¿Que tú hiciste qué cosa?!?" Le grité a Sydney mientras aparcaba el carro frente a su casa y frenaba de imprevisto.

Una vez saliendo del centro comercial le estuve insiste e insiste en que me dijese qué es lo que había hecho. Porque lo sabía, sabía que había hecho algo. Su sonrisa gatuna la delataba.

"Por favor Libra no te enojes." dijo mirándome.

"Como demonios piensas que no me voy a enojar si le diste mi número al chico que me gusta y para terminarlo todo le pediste una cita por mí, una cita que por cierto no pedí." Estaba molesta, oh si, muy muy molesta. "No tenías el derecho de hacerlo."

"Lili, lo hice con una buena intención. Te lo juro que fue así. Cuando estuvo con nosotras hablando no paraba de mirarte, de sonreírte. Le gustas, es más que obvio." Tomó mi mano y la juntó con la suya para que me tranquilizara. No podía enojarme con ella si su acción había sido de corazón. "Por favor no te enojes conmigo Libra." Y me sonrío de lado.

Suspiré y continué a hablar "No puedo enojarme contigo Syd, pero no debiste hacerlo." Y acorté la distancia entra ambas abrazándola. Ella correspondió a mi abrazo y después nos separamos.

"Prometió que te llamaría..." pero antes de que siguiese con su hablar, mi celular sonó rompiendo toda conversación.

Lo tomé de mi bolso negro y al sacarlo mientras seguía sonando pude visualizar en la pantalla un número desconocido.

"¡Es él!" Gritó Sydney más emocionada que yo misma. Aunque mi corazón latía al mil; volteé a mirarla aún con mi móvil en las manos y volvió a gritar. "¡Contesta!"

Y sin pensármelo dos veces respondí a aquella llamada.

"¿Bueno?" Hablé una vez descolgando.

"Uh, ¿Libra?" Preguntó el chico de cabellos dorados y ojos azules del otro lado del móvil.

"Hey Luke." Dije mientras Sydney me miraba atenta a lo que diría después.

"Hola." Rió para luego seguir. "Eh bueno, tu amiga me dio tu número, espero no te moleste."

"Oh no, para nada."

Mentirosa me decían.

"Que bien, uhm... Me preguntaba si querías salir mañana. Aunque te prometí que esta vez iríamos a donde tú quisieras quiero llevarte a un lugar especial. ¿Te gustaría?" Terminó diciendo lo último muy rápido. Tanto que me fue un poco más difícil entenderle.

"Eh, por supuesto que sí." Dije mientras Sydney mostraba una sonrisa de oreja a oreja y asentía enérgicamente con la cabeza. Por mi parte, mis mejillas jamás estuvieron tan coloradas como ahora mismo.

"¡Genial! Eh, uh... paso por ti a las 7:00 ¿te parece bien?"

"Me parece perfecto. Hasta entonces Luke."

"Hasta entonces Libra." Y sonreí mientras mi nombre era pronunciado de entre su boca.

Y colgó.

"Creo que te amo Sydney."

Y ambas comenzamos a reír y gritar frenéticamente de la emoción.

Mañana sería un gran y largo día.

Dairy Queen [l.r.h]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora