CAPÍTULO XV

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---ERROR---

16:37. Diciembre 5. Kultow. Ellen Hatterson y Stanley Wheeler. Alma demoníaca acercándose de manera amenazante a los dos protagonistas.

Zagiel. Él y sus secuaces, o más bien un ejército de estos, se acercaban a Ellen y Stanley a una velocidad incalculable. De forma casi involuntaria, como una reacción, Ellen desvió su mirada de Zagiel a Stanley.

-¡¿Has invocado a Zagiel?!- preguntó enfadada.

-No sabía quién era.- contestó él sin, ni siquiera, mirarla.- Fue mi primera invocación satánica para que lo sepas.

-¿Crees que ahora es un buen momento para hacer bromas?

-Estoy igual de paralizado y asustado que tú, Ellen.

-¿Asustada? Yo no estoy asustada. ¡Sólo un poco inquieta esperando a ver qué clase de tortura satánica utilizan para matarnos!

Al cabo de poco, Zagiel, con su forma adolescente, apareció delante de Ellen ignorando a Stan y le besó la mano. Sus labios eran secos pero ardían como las llamas, pensó Ellen. Stanley se puso rojo de rabia.

-Dulce y hermosa Ellen, ¿por qué antes has abandonado nuestra conversación sin, ni siquiera, despedirte?

Su voz era dulce y encantadora, como si un ángel del mismísimo cielo hubiera bajado del paraíso para poder comunicarse con ella.

-Tenía cosas más importantes que hacer.- contestó Stanley por ella.

-Mira quien hay aquí.- Zagiel se giró hacia Stanley.- Mi invocador. ¿Qué tal por las tierras de Kultow?

Entonces, Ellen intervino.

-Un poco de calor para mi gusto, no creo que acabe acostumbrándome.- dijo ella con total serenidad.

-¡Ay, señor! ¡Mira lo que tenemos aquí! Una dulce pareja que se protegen mutuamente.- dijo irónicamente.- Qué asco. Pero ¿sabéis qué? Aún mejor, cuanto más enamorados estáis, más débiles sois y más ...- se acercó a Ellen, la levantó, la cogió por la cintura y la puso a su lado.- daño hará que te quite a tu novia.

-¡Apártate de mí, imbécil!- Ellen agarró las manos de Zagiel y las apartó de su cuerpo.- ¡¿Crees que por gobernar unas tierras podrás conseguir a la mujer que desees?! ¡Pues te equivocas!

-Ellen...- Zagiel volvió a colocarla a su lado.- quizás en el mundo en que vives las parejas se quieren y se casan cuando quieren sellar su amor, pero aquí abajo...-  su voz sonó más grave.- las parejas se juntan cuando el que tiene más poder lo decide. Y ahora...- le dedicó una mirada intimidante.- ese soy yo.

-¡Créetelo si piensas que le pondrás un dedo encima!- Stanley se levantó de un salto e intentó colocarse delante de Zagiel pero sus guardaespaldas lo detuvieron y volvieron a sentarlo.

-¿El príncipe azul quiere rescatar a su princesa vestida de rosa?- dijo Zagiel a Stanley con tono burlesco.- Pues presiento que deberá quedarse sentado viendo como su princesita se va con el dragón.

-Creo que no conoces suficiente a Ellen si la llamas princesa.- era Mauro.

Zagiel se giró y miró a Mauro con aire de superioridad.

-Y yo creo que no es necesario que la conozca. Puedo conseguir lo que quiera aunque lo desconozca.

-¿Nadie aquí hablará de lo que yo quiero?- Ellen miraba fijamente a Zagiel.

-Oh sí, mi amor, ¿qué es lo que tu corazón enamorado desea?- seguía diciendo Zagiel con su tono burlesco.

-A Stanley.- decía mientras señalaba a Stan que yacía apoyado en una gran roca mientras contemplaba la escena.

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