CAPÍTULO XX

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1:41. Diciembre 13. Wotluk. Tiana, Kelsey, Rachael, Ellen Hatterson y Zagiel. Cielo ensangrentado.

-¿Listas?- preguntó Zagiel dirigiéndose al sector femenino de su alrededor.

Se miraron entre ellas y devolvieron la mirada a su interlocutor.
Zagiel tenía la vista fijada en Tiana y ella en él, sus ojos se cruzaban como si su único objetivo consistiese en encontrarse.

Luego de unos cortos minutos mirándose, Tiana desvió su mirada a sus hijas, que los observaban asombrados.

-¿Y Mauro?- dijo Tiana dirigiéndose a Ellen.

-No lo sé.- contestó ésta.- Le di la señal hace media hora. Debería estar aquí.

-¿Estás segura de que la vio?- volvió a preguntar.

-Sí, estoy segura.- contestó.- Asintió y se levantó del tejado. Además,- añadió.- creo que había alguien con él.

-¿Alguien? ¿Quién?

-No lo sé.- volvió a decir.- Una mujer, no muy alta, con un vestido y pelo despeinado.

-Samantha.- dijo ella en voz baja.

-¿Quién?- dijeron todos.

-Su esposa. Mierda, no debería estar aquí.

Zagiel intervino.

-Deberíamos entrar ya...

-¿Pero no era una niña cuando murió?- preguntó Ellen a su madre ignorando la intervención de Zagiel.

-Adolescente, en realidad.- la corrigió.- Y embarazada.

-Dios mío.- dijo Ellen.- Debió de ser horrible.

-Lo fue según lo que ella me contó. Se encontró sola en el ataúd con Exael. Bienvenida a Wotluk, Samantha. Tenemos mucho de qué hablar. Muy sutil de su parte.

-Y Mauro...

-Se casaron cuando se dieron cuenta de que ella estaba embarazada. A los 18 años. Tres días después, saltó por la ventana. Nadie conoció nunca el motivo.

-Puede que se sintiera presionada por alguien, puede que la atacaran...

-O puede- intervino Kelsey.- que tan sólo se trátase de un suicidio. Sé mucho de ese tema como ya sabéis.

Tiana y Ellen la miraron con una mezcla de ira y compasión.

-¿Deberíamos seguir esperando a Mauro o...?- habló Rachael.

-Debemos ceñirnos al plan.- dijo Tiana.- No podemos arriesgarnos.

Zagiel seguía sin estar convencido.

-Tiana,- la miró a los ojos. Ella lo imitó.- ¿puedo hablar contigo en privado?

-Claro.- respondió ella.

Zagiel la sujetó suavemente de la muñeca y la apartó del colectivo.
Se situaron en una esquina oscura donde sus hijas no podrían escuchar su conversación.

-Raphael si es sobre...

-No.- la interrumpió.- No es nada de eso.

-De acuerdo.- respondió ella neutral.- ¿Ocurre algo?

-Tiana, hay algo que no te he contado.

Tiana parecía insegura.

-Me estás asustando, Raphael.- soltó sus manos.

-No tenemos tiempo para esperar a Mauro. Debemos entrar ya.

-Tranquilo.-lo calmó.- Tenemos toda la noche...

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