Harry abrió los ojos pesadamente, tardó un poco en darse cuenta de dónde se encontraba. La cabeza le daba vueltas y le dolía intensamente. Reconoció que estaba en su habitación. La tenue luz que se filtraba por la cortina entreabierta le indicó que era de tarde. No recordaba cómo había vuelto al departamento, ni en qué momento se había acostado. Lo último que su mente registraba con claridad era a Draco conversando con sus invitados y él muriéndose de celos.
Intentó ponerse de pie y de inmediato se arrepintió; un mareo se apoderó de su cuerpo y cerró los ojos para alejar la sensación de vértigo.
—Despertaste —dijo Draco entrando a la habitación.
—Sí... ¿qué hora es?
—Pasan de las cuatro de la tarde —respondió el rubio— ¿Te duele la cabeza?
—Un poco...
—Toma —le dijo Draco ofreciéndole un vaso en el que había vertido una poción—. El medimago dijo que te diera esto cuando despertases. Te ayudará con el dolor.
—¿Medimago? —preguntó intrigado Harry llevando su mano hacia su cabeza.
—¿No recuerdas lo qué paso?
—Yo... no —confesó Harry—. Creo que tome demasiado... recuerdo que discutimos y creo que Hermione se enojó por algo.
—Fue un desastre Harry —mencionó Draco sentándose en la cama frente a él—. Dijiste cosas horribles y Hermione te abofeteo. Ron te hubiese partido la cara si no fuese porque sabía que estabas demasiado ebrio. Luego forcejeaste con él y te caíste golpeándote en la cabeza.
—Lo siento —dijo Harry frotándose los ojos.
—¿Me vas a contar qué te pasa?
—Nada, sólo tome demasiado —contestó tratando de sonar sincero—. Esas reuniones me resultan aburridas, pero de verdad lamento haberme comportado como un idiota. Seguramente arruiné tu recepción.
—No me interesa la recepción —le increpó Draco—. Me preocupas tú.
—Yo estoy bien Draco.
—No mientas, Harry. El medimago curó tu cabeza y dijo que no sabía por qué tu magia está tan descompensada. No es normal, mucho menos en un mago joven y fuerte como tú —dijo Draco frustrado—. Necesitas hacerte exámenes, saber qué te está pasando.
—No voy a ir a ver a un medimago —sentenció Harry—. Ya hemos hablado de esto.
—Bien, pero entonces cuéntame qué te sucede.
—Nada —insistió Harry—. Draco, deja de ser tan inquisitivo.
—Bien —contestó Draco dándose por vencido—. ¿Sabes? de verdad esperaba que te sincerases conmigo, pero ya veo que no va a suceder...
—Draco, yo...
—No, déjame terminar —pidió Draco—. No es fácil. ¡Maldición! Sabes que te amo y de verdad quería que esto funcionase, pero no puedo y...
—¿De qué hablas? —interrumpió Harry aterrado.
—No voy a quedarme aquí a ver como te destruyes —dijo el rubio—. He intentado ayudarte, trato de comunicarme contigo, pero tú has puesto esta barrera enorme que te aísla del mundo y yo no puedo seguirte mirando desde el otro lado.
—No, no quiero escucharte... —dijo Harry enterrando la cabeza entre sus brazos—. Esto no puede estar pasando.
—Necesitas arreglar lo que sea que te esté perturbando, de verdad espero que lo hagas, porque ahora mismo parece que estás adicto al dolor.
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No Reason to Cry
FanfictionHarry y Draco tienen una relación, viven juntos desde hace un par de años y en apariencia todo va bien en sus vidas. Draco está dedicado a estudiar y trabajar pero Harry sólo es feliz en apariencias, esconde sus miedos e inseguridades de todos cerrá...