Capítulo III: Rubén, el Juguetón

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Me llamo Rubén Smith y conocí a Alexandra en una fiesta en la playa. Normalmente, no hablo de mí mismo pero voy hacer una excepción: tengo 24 años, alto, rubio y ojos oscuros. No busco un amor que me salve del mundo, pero si una chica a la que querer aunque sé que es casi imposible pero lo intento.

Como conocí a Alexandra: Estaba en la playa con unos amigos, bebiendo y haciendo tonterías como hacíamos antes, cuando vino el primo de uno de mis amigos. Este venía con su novia y tres amigas de esta. Una llamó mi atención. Venia riendo con otra chica más bajita, pero parecían muy contentas. Yo iba un poco contento o mejor dicho, bastante y rápidamente, me levanté para saludarlas. La novia del primo, me dijo su nombre: Alexandra. Precioso nombre para una preciosa chica. Rubia y piernas largas. Para mi suerte, se sentó a mi lado para beber. Hablamos, bebimos y jugamos por la arena. Y de pronto, como una niña pequeña se encapricho de mi sombrero de paja y se lo di.

Sabía dónde estaba ella en todo momento por el sombrero. De repente, la perdí pero sus amigas me dijeron que estaba en la orilla de la playa. La vi de pie mirando el mar, esperando el momento oportuno para meterse, pero intervine antes. Me lance encima de ella y los dos caímos al agua, riendo. Estuvimos un rato, hasta que cogió frío y salimos. Estábamos hablando cuando la besé. No supe porque pero lo hice y ella me siguió. Nos besábamos, reíamos y volvíamos a besarnos, hasta que sus amigas reclamaron su ausencia.

Querían irse al coche para cambiarse y luego, ir a la fiesta del agua. Las acompañé sin soltar a Alexandra de la cintura mientras ella rodeaba mi cuello. No me separé de ella en toda la noche, incluso estando en esa fiesta la tenía agarrada por la cintura con las dos manos. Cuando nos despedimos, me beso y sin mirar atrás, salto la valla para coger el tren. Al día siguiente, encontré un mensaje suyo en Facebook y eso lleno mi corazón de alegría.

Cuando la conocí parecía una pequeña diablesa, pero al hablar con ella era como un ángel, un pequeño y dulce ángel. 

Ángel EndemoniadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora