Capítulo XVIII: Ethan, el Sobreprotector

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Me llamo Ethan Hamilton y para vuestra sorpresa tengo dos perros y estoy soltero. Adoro los perros y con 25 años, tengo a Dasha y Neo, dos pastores alemanes. Conocí a Alexandra fue gracias al rebelde de Neo.

Como conocí a Alexandra: Estaba paseando por el parque perruno de mi pueblo, cuando uno de mis perros, Neo, el más pequeño se me escapó. Durante unos minutos busqué y busqué al perro como un loco, hasta que lo encontré sentado al lado de una chica. Una preciosa chica que llevaba el pelo rubio recogido en una cola de caballo y vestida con unos pantalones cortos negros y una camiseta ancha de color crema. Me quedé mirándola unos minutos hasta que mi perro me vio y empezó a mover la cola. La chica me vio y me sonrío. Me acerqué a ella y le di las gracias para cuidar de mi pequeño diablo y ella encantada me dijo: 'Es un encanto de cachorro'. Nos presentamos y su nombre se me quedo grabado en la mente. Alexandra Collingwood.

Los días iban pasando y Neo siempre encontraba la forma de escaparse e irse con ella. A esas alturas, pensaba que el perro quería deshacerse de mí. Siempre me la encontraba sonriente y un día me armé de valor para invitarla a tomar algo por las molestias. Aceptó y con los perros nos fuimos a tomar algo. Pasamos la tarde riendo y hablando sobre lo inteligentes que son estos animales.

Cuando íbamos a despedirnos, se acercó a besar mis mejillas pero el diablillo de Neo enredó las dos coreas a nuestro alrededor y quedamos pegados uno al cuerpo del otro. No me lo pensé y la besé. A partir de ese día, empezamos a salir formalmente.

Un día estábamos paseando de la mano por el parque y unos chicos la besaron en los labios delante de mí y como era normal me escandalicé. ¿Cómo besas a dos chicos delante de tu pareja? La aparté de golpe de ellos y me explico que los dos eran gays y que desde pequeñitos que se besaban así y según ellos, era un rozamiento no llegaba a categoría de beso. Pero no me importó, le prohibí verlos, al menos cuando estuviera conmigo, y eso fue lo peor que puede haber hecho, porque a los dos días, terminó conmigo.

Ángel EndemoniadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora