Capitulo XXVII: La confianza se gana día a día

68 5 0
                                    

Rubén desde que nos encontramos a James, ha cambiado. Sigue siendo romántico y todo eso, pero sé que algo le ha hecho perder algo de confianza en nosotros. Por otro lado, Justin es como un hermano mayor y a la vez una mejor amiga.

He estado enferma de anginas y no he quedado con Rubén durante una semana. Si, lo sé. Llamadme mala novia y todo lo que queráis, pero tener una pareja con anginas no es bonito. Mis amigas me han ayudado con los dolores de cuello, los dolores del vientre (no estoy embarazada, las chicas sabrán de lo que hablo), mis padres (mi padre se ha cabreado porque no estudio) y las dos asignaturas que he suspendido. ¡Semana completa! Así, que cuando hablo con Rubén me dice directamente si contestar a mi bonita y dedicada salutación y explicación:

-          Rubén Smith: Tenemos que hablar y no quiero hacerlo por whatsapp. Estoy de camino a tu casa, en diez minutos llego.

-          Alexandra Collingwood: ¿Qué? ¿¡Porque no me lo has dicho antes!?

-          Rubén Smith: Por la misma razón por la que tú no me has dicho muchas cosas, Alexandra.

¡UY Alexandra! ¡Esta cabreado de cojones! Y su en línea pasa a ser última vez a las 17:28. ¡Vale! Diez minutos después, el timbre de mi casa suena y sé que es él. Abro la puerta con una sonrisa, esperando a que Rubén tenga ganas de conversar, no de gritarme. Pero no es así:

-          Alexandra, me molestan muchas cosas en esta vida pero intento superar esa estúpida molestia y aguantarme pero contigo no puedo.

-          Pero, Rubén…

-          ¡No! Escúchame. Me molesta que no me expliques tus problemas, ya sean con tus padres o con quién sea. Me cabrea que no me digas que has estado enferma y hayas puesto excusas durante una semana para no quedar conmigo, y aún más, sabiendo que yo podría haberte cuidado. También, te hayas tenido dolores en el vientre por tu periodo y no me lo hayas dicho, cuando sabes que mi hermana también los sufre y yo la ayudo como puedo. Además, de haber suspendido dos materias, no has entregado un trabajo. Y lo peor de todo, es que hablas más con ese chico que con tu propio novio. ¡estoy seguro que si le pregunto, él sabe todo esto!

¿Qué trabajo? ¡Flipo con Rubén! Dispuesta a ponerlo en su sitio, como a novio no como padre protector, le suelto:

-          Primero, eres mi novio, no mi padre. Segundo, no puede manejar mi vida. Tercero, quiero saber quién te ha dicho todo esto. Cuarto, si hablo con otro amigos no quiero que te pongas celoso, porque no hago nada malo.

-          ¿¡QUE NO HACES NADA MALO!? SOY TU NOVIO Y ME PREOCUPO POR TI Y LO UNICO QUE HACES TÚ ES ESCONDERME COSAS. ¡ASÍ NO SE PUEDE TENER UNA RELACIOÓN, ALEXANDRA! SI NO HAY CONFIANZA NO HAY NADA. – Me grita fuera de control.

-          Rubén, la confianza no dura para siempre, uno se la gana cada día y tú has demostrado no tener confianza en mí.

Cuando digo esto, me grita un par de veces más y desaparece como ha venido, de golpe y rápido. ¿Ya está? ¿Ya se ha acabado? Creo que sí, la relación ha terminado.

Ángel EndemoniadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora