Con la relación rota y los sentimientos por el suelo, lloro. Es lo único que puedo hacer. Llorar como una magdalena. El primer día no salgo de casa, cosa que mis padres agradecen y mis amigas no. Quieren que vuelva a ser la Alexandra Elle Collingwood de siempre. La que no le importan los hombres, si no la diversión. Pero no puedo. Es imposible olvidar a Rubén así de golpe. Me dedico a leer, a mirar la televisión y a comer cosas dulces que mi madre me compra. Al segundo día, pienso que lo mejor es hacer algo y salir de casa, así que me voy al gimnasio con Alice y Jess.
Como es normal, James está ahí y en cuanto me ve, viene a verme con una sonrisa. Seguramente, se alegre que venga con mis amigas y no con Rubén. Cuando se acerca me abraza y me dice:
- ¿Qué le pasa a mi deportista favorita?
- Mal de amores, James. – Dice Jess como si le conociera de toda la vida. Les presento a mis amigas y él sigue:
- ¿Quién ha sido, Alex? ¿El chico con el que estabas el otro día?
Asiento y sin querer dar más información, nos despedimos de él y pasamos el día en las maquinas, el jacuzzi y la piscina. ¡Bendita agua! Al salir, James me espera en recepción con su traje de baño y una camisa de tiras. Al verme, me para y me pregunta:
- ¿Quieres ir el viernes al cine? Yo invito, por supuesto.
Sonrío y lo abrazo bajo la atenta mirada de mis amigas y las dos recepcionistas que se mueren porque él las abrace como me abraza a mí. ¡Celosas! Salgo del gimnasio con una sonrisa y mis amigas, sorprendidas por mi cambio de humor, dicen:
- ¡Joder, llego a saberlo y te traigo a la hora de cortar con Rubén! – Se ríe Jess.
- ¡Ya ves, tía! ¡Ha cambiado más rápido de humor que yo de pendientes! – Se alegra Alice.
- Chicas, ¿no querías que sonriera? ¡Pues toma sonrisa!
Sonrío y las tres nos reímos. ¡Estamos como cabras! Al tercer día, Justin pregunta por mi ánimo. Sabe que Rubén y yo hemos roto y me apoya en todo. Me dice de quedar pero no quiero, hoy haríamos seis meses con Rubén. ¡Me niego a quedar con otro chico! Me disculpo y me invento alguna excusa. Parece que se la cree porque cambia de tema y pasamos la tarde hablando. Y de noche, con los ojos rojos de tanto llorar en silencio, mis padres se despiden de mí con el corazón roto y se van a la cena de empresa, que tenían pendiente. Al cabo de unos minutos, alguien llama al timbre y pienso que es mi madre que se ha dejado alguna cosa, pero cuando abro mis ojos casi se salen de mis orbitas al ver a Justin en la puerta con una pizza y una película en sus manos:
- ¿Quién quiere ver una divertida película y comer una deliciosa pizza?
Levanto la mano en señal de respuesta, sonreímos y entra en mi casa. Pasamos la noche riendo y haciendo tonterías, hasta que llegan mis padres y Justin se va. Le acompaño a la puerta y antes de irse, besa mi mejilla y dice:
- Sonríe, pequeña. Estás más guapa.
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Ángel Endemoniada
RomantikMe llamo Alexandra Elle Collingwood y con 20 años recién cumplidos mis amigas me han bendecido con el sobrenombre de Ángel endemoniada. La verdad, ya sé el porqué de ese apodo pero no tendría gracia si yo os lo contara. Es mejor que ellos (los hombr...