Mi Dama del Circo (Sebastian Michaelis y tu)

Cap 13: Una Condesa Rara

- Mamá, papá!!!

- No (t/n)!! No entres! - una voz chillona le advirtió, pero ella no escuchó, estaba cegada

- Nooo - una inocente niña corrió dentro de una gran mansión sumida en las llamas - madre!! Padre!!

Ella corrió por todos lados hasta que los encontró en el salón, ambos adultos con un cuchillo clavado en el corazón. El rostro de su madre desfigurado por los golpes que le fueron propinados, seguramente, y la cabeza de su padre separada de su cuerpo. La pequeña lloraba y lloraba desconsolada ahi junto a ellos pero una mano la tomó del hombro y la sujetó con fuerza

- Tu te vienes con nosotros pequeña...

- No, suéltame, nooo

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Abrí los ojos y estaba en mi habitación, en la mansión Phantomhive. Todo está cómo si nada...

- Sólo es un sueño más...- suspiré aliviada y comenzó a tronar, la lluvia se desató - una pesadilla cualquiera...

- Que te hace pensar eso niñita? - la luz de un rato iluminó a un hombre que está posicionado a mi lado con la cabeza de Ciel en su mano - ahora te toca a ti!!! - me clavó un cuchillo en el pecho y me atravesó

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- Aaaaaaahhh - abrí los ojos y miré por todos los rincones de la habitación - fuck.. Estaba soñando... - me lleve una mano a la frente y la deslice por mi rostro algo sudado - o al menos una parte... - seque algunas lagrimas cambiando a un semblante serio

El reloj marcaba las 7 de la mañana, estoy loca por levantarme a esta hora... Supongo que a veces sigo con la costumbre del circo.
Estoy en mi habitacion, pero no recuerdo haber venido aqui...
Me quite las lagañas, me destape y vi unas vendas en mis piernas y pies, tampoco recuerdo haber curado mis heridas.
Sentí la brisa helada que entra por la ventana, no soy muy sensible al frío pero de igual manera cerré el ventanal, no quiero pescar un resfriado ni nada por el estilo. Rebusque entre los cajones y encontré un saco largo color negro, me lo puse y salí de la habitación. Aún duele caminar por las cortadas pero siento que estoy mejor, tal vez Maylene curó mis heridas, dijo que tenía algunos conocimientos con estas cosas asi que probablemente fue ella.
Entré en la habitación de Ciel. Sigue ahi dormido con la toalla en la frente, salí y ahora camino a la cocina para prepararle el desayuno, asi puedo mejorarle ese humor gruñón que tiene. Me perdí de mucho durante estos años y al dejarlo solo se ve que desarrollo una coraza fría y mal humorada, una que planeo romper porque no quiero que le salgan arrugas en su linda carita.
Entré en la cocina encontrándome a Bard y Michaelis discutiendo. Una parte de la mesa esta quemada, sobre esta hay un plato con cenizas y el rubio sostiene un lanzallamas

- Por favor Bard, que te he dicho de que no es necesario que uses esto para cocinar?

- Quería cocinar rapido para el amo porque está enfermo... - el chef tiene el pelo rizado y la cara negra

- Aprecio tu preocupacion pero.. - el azabache se percató de mi presencia - lady (t/n).. Que hace despierta a esta hora?

- Solo desperté - prendí el fuego y empece a hervir agua para el té - buenos días Bard - saludé algo somnolienta

- Buenos días (t/n)-chan.. - lo mire con cierta gracia - oh, lo siento, no le gusta que le diga asi?

- Jaja, nah, está bien - empecé a buscar entre los cajones y vi una bolsa de pan