Empiezo mi día como siempre. Vistiendo mis elegantes prendas de mayordomo en tanto sale el sol para comenzar mis tareas diarias. Agotadora rutina pero una deliciosa recompensa es la que me espera al final de todo este camino tan aburrido de ser mayordomo de un niño de 13 años que juega a ser detective.
Salgo al jardín para regar las plantas bien temprano por la mañana, corto las partes feas de las rosas favoritas de mi amo disfrutando del pacifico silencio matutino. A veces me gusta darme este placer de no tener que soportar los irritantes gritos de los incompetentes, las ordenes de mi amo y constantes los insultos de la señorita. Aún no puedo entender como una joven condesa de 17 años, tan hermosa, con gran herencia sanguínea, y tal porte, hable y se comporte como una callejera. No la critico, claro que no. Sólo me parece interesante escucharla en algunas ocasiones en las que habla con su primo, con los demas sirvientes y luego conmigo, son personalidades y comportamientos completamente diferentes, eso me lleva a pensar...
Tanto daño le hice? Puede ser que me odie tanto? O solo tendrá resentimiento con los de mi especie?.
Escucho un maullido proveniente del otro lado de la mansión, me acerco y distingo a un lindo gatito tricolor sentado entre el pastizal y lamiendo sus patitas. Enternecido lo tomo entre mis brazos y lo acaricio, estas bolitas de pelo son mi más fuerte debilidad, no puedo evitar querer acariciar a estos bellos animales cuando veo uno. Levanto la cabeza y veo el ventanal de la habitación de la señorita abierto, probablemente esté despierta pero no escucho ni un sonido proveniente de allí. Quisiera que nos llevaramos bien ella y yo pero no cae ante mis encantos, es como si fuera inmune a mi. Digo, todas las mujeres que he conocido o visto en mi larga vida caen a mis pies con tan solo dirigirles una mirada, pero esta chica es realmente dificil. Admito que siento una atracción hacia ella, pero puede ser por el reto que representa para mi. El gato salta de mis brazos y desaparece de un momento al otro por lo tanto yo dejo de mirar su balcón y voy a hacer mis tareas. Me meto en la mansión, despierto a los muchachos, a Maylene, Tanaka, y me dirijo a la cocina para calentar el agua para el té del joven amo. Veo el lanzallamas de Bard y recuerdo la escena de hace unos días, cuando ella tostó el pan del desayuno con él, desde ese día siempre baja a preparar el desayuno con eso.. Es cómico verla jugar con el fuego del lanzallamas, porque justamente juega con fuego cuando anda por la casa con esos shorts y camisetas cortas que hace cuando está aburrida. No me dí cuenta y me quedé ahi mirando al fuego como un estupido niño enamorado, cosa que no soy y tampoco estoy enamorado, es una ATRACCIÓN, nada más. Saqué el agua y tomé unas galletas especiales de un tarro. Preparé el té a medida que Bard entraba en la cocina, le encargue que empiece con algunos preparativos para el mediodía ya que tendremos un invitado de la familia... Si, lady Elizabeth vendrá y tengo que esconder a la señorita para que no la mate o empiecen una pelea.- Maylene.. - me acerque a ella
- Buenos días Sebastian-san! - exclamó algo somnolienta
- Podrías empezar con la limpieza del salón? Elizabeth-sama vendrá hoy y quiero todo impecable
- Hai!! - salió de la habitación
Tomé dos tazas color azul con rosas blancas a los bordes, puse todo en un carrito y luego de servir las galletas en un plato llevé todo a la habitación del amo. Iba a abrir la puerta pero escuché un grito proveniente de la habitación de la señorita. Corrí hacia allá y cuando abrí la puerta la vi con varios libros a su alededor y uno entre sus manos mientras tenía un gesto de desagrado en el rostro
- Por queeeee todos terminan asiiii?? Son puras patrañassss!! - gritó irritada pero se tapó la boca con una mano para ahogar un grito de bronca más fuerte - la puta que la pariooo - ahi está su "refinado" vocabulario de nuevo
- Señorita? Pasó algo? - quitó la vista de su libro y me miró
- Ah, hola bestia
- No pudo dormir? - negó - bueno pero no se desquite con los libros por favor... - empecé a levantar algunos
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Mi Dama del Circo (Sebastian Michaelis y tu)
FanficBusque día y noche sin descanso.... Mi garganta ardía de tanto gritar pero no paré ni un minuto... No podía perderte, no a ti. Hoy que te encuentro recuperé a mi familia pero encontré algo más que eso... ¿Por qué siento esto? ¿Él también lo senti...