Cuento de hadas al estilo KnB ◆Terminado◆

💇Rapunzel [Otsumiya]💇

Aclaraciones: Las letras en cursiva significan la narración del cuento.

Advertencia: Este capítulo contiene algunas escenas sexuales, si no te gustan esas situaciones, mejor no leas; pero como sé que les encanta, espero que disfruten el capítulo (͡° ͜ʖ ͡°)

Había una vez, un lejano reino, en el cual, se decía, crecía una flor capaz de retroceder el tiempo, y de la que nadie conocía paradero.

En el Reino, el pueblo estaba emocionado por la noticia del embarazo de la Reina, mas esta, enfermó. Tratando de aliviar el malestar de la Reina, la guardia real comenzó una exhaustiva búsqueda, hasta encontrar la flor milagrosa. Con ella, hicieron una medicina que bebió la Reina y la sanó.

De ambos reyes, nació una hermosa bebé. Una princesa de hermosos cabellos rubios, al que todo el pueblo amaba. Sin embargo, por la noche, una extraña persona se adentró a la habitación de la bebé y descubrió que en su cabello residía la magia de la flor, mas al cortarlo, perdía su poder.

No teniendo otra opción, raptó a la princesa, llevándola a una torre en lo más profundo del bosque, para evitar que la recuperaran. Ahí, la crió con una mala visión del mundo, diciéndole que todo, fuera de la torre, era peligroso.

Los reyes, al perderla, todos los años en su cumpleaños, lanzaban linternas al cielo nocturno, esperando que su princesa perdida las viera y regresara a ellos.

-...Veamos...¿En dónde estará Pascual? —Murmuró, fingiendo ignorancia, mientras el animalillo se escondía tras unas macetas, camuflageándose con ellas—...Oh ¿Dónde estará? —Sonrió ladino y miró de reojo el lugar, antes de usar su larga cabellera para tomarlo de una pata y alzarlo—...¡Aquí estás! —Rió—...Esto me pone en la delantera, pero ya me dió hueva ¿Que hacemos ahora? —El pequeño reptil señaló afuera con su cola—...Oye, ya tengo suficiente con ser Rapunzel, se supone que, según la historia, alguien debe venir a rescatarme. Así que no voy a salir...—Se cruzó de brazos. El animalito frunció el ceño y chilló—...No me mires así, Pascual. Ya sabes, aunque no sea cierto, estar en la torre es divertido. Hay muchas cosas que hacer...—Sonrió con una gota de sudor en su frente y una vena hinchada.

Cuando hubo despertado, inmediatamente supo que se encontraba en el cuento infantil. No era tan difícil, pues al ver su largo cabello, rápidamente lo descifró. No solo estaba en Rapunzel, sino que estaba en la película que Yuya solía ver a menudo. Enredados.

Suspiró con pesadéz. Solo esperaba que Otsubo estuviera sano y salvo. Ahora le quedaba seguir con la historia hasta ver que podía suceder cuando el fin llegara.

Mientras que la joven iniciaba con su rutina diaria, camino a la torre, iba una extraña persona encapuchada.

-...Pinches cochinadas estas...—Gruñó, llegando hasta la torre—...¡Ey! ¡Miyaji! ¡Deja caer tu cabello, we! —Exclamó.

-...¿Y si mejor te dejo caer un yunque? —Sonrió, con una vena muy marcada en su frente, a la vez que lanzaba su larga cabellera para luego subirlo lentamente.

-...Mooo~ Siempre tan cruel...—Pucheó el del colmillito—...Y yo que te traje piñas para hacerte tu comida favorita. Sopa de piñas.

-...Primero, ¡Que bien! ¡Piñas! —Exclamó emocionado—...Segundo, puagh, sopa de piñas ¿No sabes que no se hace sopa de eso? —Se cruzó de brazos y enarcó una ceja.

-...Se puede hacer sopa con todo ¿No viste a la mamá de Charlie? Ella hizo sopa con repollo...—Sonrió.

Miyaji tuvo unas grandes ganas de golpearle el rostro y romperle cada diente para que no volviera a sonreír en su vida. Después de todo, él había iniciado todo eso.