Capitulo 33: no me dejes solo

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Pocos días habían pasado desde aquel momento que habían perdido el partido; aún sin rastro de la castaña ni siquiera por medio de sus redes sociales lograba averiguar a donde se había ido.

Además de que ella no estaba tampoco tenía el mejor de los ánimos; no faltaba mucho para que el próximo juego se llevara acabo la afición estaba un poco desesperada; por saber si obtendrían o no el triunfo la verdad es que todos se encontraban bastante ansiosos.

El equipo albiceleste se había levantado Gracias a un gol de Leonel, el gol tan esperado al fin se había dado. Causando una gran euforia en aquel estadio.

El juego prosiguió hasta acabar; todos miraban hacia la afición algunos aplaudían otros solo demostraban su emoción a través de una sonrisa. Y Justo allí sus ojos la encontraron su cabello castaño largo y su rostro lo conocía también la miro por unos instantes aún atónitos de que estuviera allí.

Después de varios días sin saber de ella, sin recibir señal alguna de que volvería finalmente la encontraba pero no estaba sola un hombre que él conocía muy bien estaba a su lado que hacía Valentino Lorenzo con ella tenía tanto tiempo sin verlo que la verdad le sorprendía. Era uno de los hombres; que pretendía a Giuliana antes de tener una relación con el.

Lo miro detalladamente ambos se miraban con una sonrisa; al parecer comentaban algo que lógicamente con l distancia el no podía escuchar le encantaría quitarle esa sonrisa de su rostro aún no entendía qué hacía allí y con ella.

Narra (Escritora):

Ya había terminado el partido y los de la selección estaban en camino al hotel donde se hospedaban esta vez que estaban felices por lo que había ocurrido en aquel lugar.

Kichan: Hablaste con Giuliana? - Le pregunto su amigo al verlo.

Paulo: la verdad no, si la vi y tenía muchas ganas de acercarme pero estábamos muy lejos. Además no creo que le importe que la busque ella estaba con otro chico que le va a estar importando si yo la busco si ni siquiera quiere verme ni en pintura - Dijo tristemente.

Kichan: Mira paulo no te interesa si dices que no te importa Giuliana, porque seguiré pensando que es una completa mentira...solo te dire que vayas a buscarla antes de que se te escape - Lo aconsejo antes de irse.

Paulo se quedó callado, pensando que haría.

Paulo decidió preguntarle a Gonzalo después de hablar con Pavon donde estaba Giuliana si se estaría quedando en el mismo en el mismo hotel que ellos estaban o  por separado.

Gonzalo: No debería decírtelo...Pero si se esta quedando aquí - Contestó

Paulo: Donde? - Le pregunto nuevamente evidentemente desesperado.

Gonzalo: Ay Paulito tú cómo que estás desesperado? Te recuerdo que Antonella es tu novia no Giuliana además no terminaron bien la última ves que se vieron - Dijo

Paulo: Desesperado o no quiero verla, quiero disculparme con ella la última vez lo hice pero ella estaba tan molesta que ni me presto atención - Respondió

Gonzalo: 305 - Dijo apuntando el ascensor para que subiera

Paulo: Gracias pipa! - Dijo palmeando su hombro para luego caminar rápidamente.

Con grandes ansias miraba como el ascensor subía,  hasta llegar al piso  donde se encontraba la  habitación de la castaña. Al llegar, camino por el largo pasillo hasta encontrar la habitación que buscaba.

Dio tres golpecitos a la puerta, mientras mordía su labio nerviosamente pues no sabría si ella le abría.

Minutos después la puerta se abrió mostrando al mismo chico que tanto conocía. Frente a sus narices

Valentino:Paulo cuando tiempo sin verte! - Dijo sorprendido.

Paulo: Lo mismo digo - Dijo fríamente.

Valentino: Seguro vienes a ver a Giuliana; ella está durmiendo pero puedes pasar yo saldré un rato he quedado con unos amigos si despierta por favor avísale - Dijo palmeando su espalda para después salir por la puerta e irse por el amplío.

El cordobés solo asintió atónito pues pensaba que el le iba a pedir alguna explicación o algo por el estilo pero no lo había hecho, entro sigilosamente cerrando la puerta con sumo cuidado miro hacia la cama donde se suponía que ella estaría.

La miro desde lejos, y su corazón brinco de alegría al verla se acercó a paso lento hasta sentarse en aquella cama la observo sus ojos se encontraban cerrados y su cabello desordenado. Decidió quitarse los zapatos, y hacerle lo que su consciencia le ordenaba se metió dentro de aquellas sábanas blancas y enredó una sus brazos en la cintura de la morena y escondió su cara en el hueco de su cuello.

Uniéndose a su suelo minutos después.

2 horas después...

Narra (Escritora):

Los ojos de la castaña se abrieron lentamente, hasta estar completamente abiertos y mirar el brazo que yacía en su cintura conocía perfectamente aquel brazo. Sus ojos se abrieron de par en par, al notar que el cordobés estaba allí y tan cerca de ella.

Claro que había notado que él estuvo viéndola durante el partido pero había sabido disimularlo, aún no se le había pasado el enojo por completo pero no podía evitar sentirse tan cómoda teniéndolo al lado.

Lo miro y una de sus manos se posó en su mejilla admirando sus largas pestañas y adorando ese pequeño lunar que adornaba su cara.

Era precioso sin duda.

Pasó uno de sus dedos delineando su rostro suavemente. Llegando a tocar sus labios delicadamente.

Paulo: De quienes serán esas manos tan suaves que me tocan? - Dijo embozando una sonrisa que hizo a la castaña alejar sus manos..

La castaña decidió no responder en ese momento, dirigiendo su mirada hacia otro lado.

Paulo: Flaca...no te volviste a ir verdad? - Pregunto aún un poco adormilado.

Giuliana: No - Murmuró

Paulo: Ven - Le dijo de nuevo.

Giuliana: No yo no debería tenerte tan cerca, ademas no volví por ti si no por mis amigos de la selección - Contestó

En ese momento Paulo abrió los ojos y la miro, se le acercó un poco.

Paulo: Y yo no soy tu amigo? - Le pregunto

Giuliana: No - Respondió

Paulo: Que soy entonces? - Le pregunto

Giuliana: No tengo que responder así que puedes irte...no sé ni para qué viniste - Contestó

Antes de que pudiera escapar en cordobés la enrollo en su cintura; acariciando levemente su cadera. Volviendo a meter su rostro en el hueco de su cuello pero esta ves pasando levemente su nariz.

Paulo: No me dejas solo - Hablo en un susurro.

Giuliana atónita  por aquellas acciones, maquinaba en su cabeza que hacer pues la verdad no sabía quería alejarse pues no era correcto pero también tenerlo tan cerquita le encantaba.

Una de sus manos se colo por la nuca  del cordobés acariciando suavemente aquella zona mientras el la sostenía en aquel abrazo cálido.

Paulo: Sabes cuantos mensajes te deje? no viste ninguno de ellos por más que lo intentara - Contestó aun en aquella posición - y hoy simplemente apareces, con tu hermosa sonrisa y ese olor a margaritas haciendo que enloqueciera y temiera porque volvieras a irte...qué haces para hacerme sentir semejante desespero? Porque yo nunca podré entenderlo

No puedo dejar de pensar cuando te quiero

Me va a extrañar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora