Capitulo 34: Niña bonita

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Giuliana: Sabes que todo esto está mal no? - Le dijo aún conservando la posición.

Paulo: El que? - Le pregunto alzando su cabeza para poder observarla mejor.

Giuliana: El que estés aquí, el que estés abrazándome que no me sueltes y que yo te siga la corriente - Le explico.

Paulo: Podrás decirme lo que quieras pero aunque fuera el idiota mas grande, nunca dejarías de importarme -  Contesto.

Giuliana: Para que viniste aquí? Para llenarme la cabeza de ilusiones Paulo...para si? Es hora de madurar es hora de que superes lo que ya hace tiempo pasó - Respondió

Paulo: Como puedo superarlo cuando es evidente que tú no lo haz hecho? - Dijo evasivamente

Giuliana: no lo he hecho porque no me dejas porque te me acercas con ganas de hacerme enloquecer no es Justo para mí ni justo para ti - Dije y me levante quitándome de la posición en la que estábamos.

Paulo: Puedes escucharme? - Me pregunto acercándose.

Giuliana: No claro que no, porque si me acerco y te escucho como siempre me vas a llenar la cabeza de ilusiones y yo no quiero esto...no quiero esto no me lo merezco - Dije intentando mirar hacia otro lado.

Paulo: Puedes mirarme? Solo escúchame Martínez -Dijo un poco desesperado y molesto de que me negara a escucharlo.

Giuliana: QUE!? Qué quieres decirme? No vas a cambiar lo que pienso de ti, no vas a cambiar todo el daño que me haz hecho no vas a cambiar el hecho de que quiero alejarme de ti porque ya no quiero esto para mi no quiero que sigas haciéndole esto a Antonella que a pesar de ser mala conmigo...no se merece lo que le haces, aunque igual no estás buscando nada malo conmigo ella lo toma así y se vuelve loca y me vuelve loca a mi con sus insultos los cuales ya me cansé de escuchar - Hablé muy rápido.

Me volteé amarrando mi cabello en un cola de caballo, y metiendo los pies en mis sandalias dispuesta a irme. Solo veía como el cordobés analizaba cada uno de mis movimientos cautelosamente.

Sentí unos brazos tibios rodear mi cintura.

Paulo: Escúchame - Dijo tomando con delicadeza mi mano haciendo que me volteara a mirarlo.

Giuliana: Solo habla - Conteste

Paulo: Cuando dejarás de ser tan terca, cuando dejarás de mirarme con ese rencor en los ojos, cuando dejarás de sentirte pequeña cada vez que te miro? cuando dejaras de intentar callar los sentimientos que sientes hacia mí todavía? - Contestó mientras pasaba sus pulgares por mis mejillas, intentando quitar las lagrimas que bajaban.

Giuliana: dejare de sentir ese rencor cuando me borren la memoria y me hagan olvidar todo lo que sucedió - Dije mientras quitaba los mechones rebeldes que caían por mi rostro.

Paulo: hey veni y mírame - Dijo

Yo simplemente alzo la mirada encontrándome con sus ojos color zafiro que me encantaban mirándome con cierta ternura.

Paulo: Puedes dejar de hablar, y quererme un poco porque yo te quiero una vida entera Martínez - Contestó

Mis ojos se abrieron al momento en el que escuché sus palabras, e intente bajar la mirada como producto de La timidez que escucharlo hablar así me producía.

Su mano se coló por mi cara, acercándome a la suya lentamente hasta que sus labios chocaron con los míos, pude sentir con una sonrisa se formó en medio del beso. Su lengua chocó con la mía hasta enredarse sus manos se colaron por mis brazos acariciandolos con cariño

Nos separamos por breves instantes para mirarnos a los ojos, su mirada penetraba directamente en mis ojos mientras sus manos pasaban a mi espalda pasando las yemas de sus dedos lentamente.

Giuliana: que? Tengo algo malo? - susurre

Paulo: No - Contestó casi al instante.

Giuliana: Y entonces porque me miras así? - Le pregunte.

Paulo: Porque eres preciosa - Dijo haciendo que las mejillas de la chica se tornaran de color carmesí.

Giuliana: Tienes una novia preciosa, es modelo y todos hablan bien de ella...y tú al parecer estás escogiéndome a mi? - Le pregunte

Paulo: Podrá ser la mejor modelo del mundo, podrá tener la mejor reputación para los medios...pero eso me importa una mierda! Porque prefiero mil veces a la fotógrafa desarreglada que tengo frente a mis ojos - Le contesto.

Giuliana: Pero la elegiste a ella - Conteste.

Paulo: Me equivoque, soy un idiota - Dijo estaba por hablar pero antes de hacerlo sus labios volvieron a unirse con los míos como anteriormente lo habían hecho.

Pero esta vez con mayor intensidad sin perder la ternura, sus manos se pasaban nuevamente por mis brazos mis manos se encontraban estáticas queriendo colocarse encima de su abdomen sin tener la valentía para hacerlo.

Paulo: No vayas a detenerte - Murmuro entre besos, colocando mis manos en su abdomen.

Finalmente sus brazos se envolvieron en mi cintura, quedándose Justo allí una de mis manos se quedó en mi abdomen mientras la otra se coló por su nuca jalando un poco los pelitos que habían.

El cordobés soltó un gruñido debido a aquella acción, jalando un poco mi labio haciéndome soltar un leve jadeo...Paulo fue caminando hacia atrás, hasta sentarse en la cama y hacer que me sentara en sus piernas.

Sus manos aún recorrían mi espalda hasta llegar a los tirantes de mi blusa y bajarlos lentamente poco a poco fue cayendo hasta terminando en el piso, separó sus labios de los míos cortando el beso y pasó su nariz por mi cuello dejando besos suaves hasta llegar a mis hombros.

Narra (Escritora):

Paulo fue besando sus hombros hasta llegar al pequeño lunar que adornaba el hombro izquierdo, hasta llegar a su pecho fue bajando sus besos por allí hasta llegar al ombligo.

El castaño sonrió al escuchar un suspiro salir de los labios de la morena subiendo rápidamente para encontrarse nuevamente sus labios sin juntarlos, solo junto su nariz con la de ella haciendo un leve cariño mientras sus frentes se pegaban.

Las manos delicadas de la chica desprendieron con agilidad los botones de su camisa hasta quitarla pasó sus manos frías por su cuello pasando uno de sus dedos con cierta timidez e inocencia por su pecho, haciendo que el castaño cerrara los ojos con cierta fuerza.

Paulo: Niña bonita - Dijo mirándola con cierta adoración.

La castaña se enterneció al recordar ese sobrenombre, así la había llamado en su primera cita.

FlashBack

Hoy era una noche muy especial, era la primera ves que saldría con Paulo y la verdad me encontraba bastante emocionada. Estábamos en un pequeño restaurante tomando una copa de vino mientras charlábamos.

Paulo: Quieres bailar? - Me pregunto

Yo asentí mientras escuchaba la melodía que sonaba por todo el lugar, la cosa más bella de eros ramazzatti posó sus manos en mi cintura con suavidad mientras yo enrollé mis brazos en su cuello moviéndonos al compás de la música.

Paulo: Como fue que no te había notado? - Pregunto.

Giuliana: No soy precisamente famosa Paulo - Contestó riéndome

Paulo: Pero eres preciosa - Dijo haciendo sonreír levemente a la maracucha.

Giuliana: Hay mucha gente linda en esta vida no soy la única que deben notar - Conteste

Paulo: Tú eres más que alguien precioso, eres especial eres diferente...eres una niña bonita - Dijo

Fin del FlashBack

"Cantar al amor ya no bastará es poco para mí quiero decirte que nunca habrá...cosa más bella que tú"

Me va a extrañar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora