Cambio de planes

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-Oye Jiomí ven rápido

-Ya voy ya voy,¿que quieres?

-quiero jugar a apostar contigo, vamos será divertido

-Ya apostamos el año pasado, ¿no?

-Si pero estos juegos que compre son buenísimos, espero poder ganarte esta vez jeje-Ríe Bardon confiado.

-No lo se, ahora estaba organizando mis juguetes-responde Jiomí

-A quién le importa en qué estado vendes esa chatarra humana- dice Bardon desesperado por jugar.

-No hables así de mis productos, aun no e revisado los depósitos de basura de la ciudad y mira todo lo que ya encontré.

-Okey, okey ya deja de hablar y ven a perder.

-Si, si ya voy, solo déjame arreglar esto aquí y este resto y *umm* y esto de aquí y *y y y y* esto también...-dice Jiomí ignorando a Bardon mientras termina de perfeccionar la estética de su pila de electrodomésticos dañados

-¡Jiomí! ¡Ya deja de hacerme esperar!-grita Bardon enojado

-Okey, okey, tampoco te tienes que poner así-Dice Jiomí mientras se dirige al descocido y desgastado sofá en el que se encontraba Bardon y deja a la mitad lo que dijo que ya iba a terminar de arreglar en el estante.

Desde hace mucho tiempo que Jiomí y Bardon han paseado por los mundos de otras especies inteligentes buscado tecnología innovadora para vender a otras seres, a ellos lo único que les importa es sacar una ganancia de lo que encuentran y no les gusta que los engañen o los estafen con mercancía falsa, para ellos esas personas merecen la muerte.

Todos los años sin falta Jiomí y Bardon se ponen a apostar artefactos mágicos que encontraban en expediciones que realizaban durante todo el año y que guardaban en sus baúles o vendía a otros individuos. Usualmente apostaban a los caballos que veían en las cintas de carreras en los hipódromos de los humanos o con juegos en una vieja consola humana. Ellos tenían un amigo que les proveía las cintas y juegos de vídeo, probablemente las robaba, pero eso no le importaba a Jiomí y menos a Bardon, después de todo ellos dependían de las cintas o juegos para sostener su reunión anual de apuestas, ese año habían tocado juegos de vídeo.

Uno de esos días su comerciante más fiable y mejor amigo de Bardon según Jiomí, llega con una noticia que cambiaría para siempre sus vidas.

Yevel el amigo de Bardon desde ya hace varios años aunque el no quisiera admitirlo llego corriendo y temblando a la residencia temporal de Bardon y Jiomí.


-Acabo de matar a una niño humano.

-¿Qué acabas de decir?- Pregunta Jiomí para asegurarse de lo que había dicho Yevel.

-¿Lo trajiste contigo?-Contesta rápidamente Bardon, como de costumbre, el siempre guarda la calma en la peor de las situaciones.

-No, no lo traje-Responde Yevel mientras casi se le salen las lagrimas.

Esta situación no solo ponía en jaque a los tres sino que también a toda una red de seres que viven con un perfil bajo en la tierra, solos en esta situación tan delicada, ellos ni siquiera pertenecen a la tierra, ni siquiera Yevel pertenece al mundo de Bardon y Jiomí, ellos no sabían cómo reaccionar.

-Yevel se pone pálido y empieza a tartamudear-¿Qué tal si dejamos el cuerpo ahí para que nadie se de cuanta?-sugiere Yevel

-Bardon olfatea sangre en el ambiente y le parece familiar -No, no podemos idiota-Responde Bardon molesto

-¿Y porque no?- Responde Jiomí y Yevel de forma simultánea.

-Porque tu grandisonar idiota largaste tu cola quien sabe donde...-la sangre que olía Bardon no era la sangre del niño, era la sangre de Yevel.

-Yevel se voltea y observa todos sus glúteos ensangrentados- No puede ser... Sí deje mi cola ahí... no puedo creerlo... Me-me tengo que sentar... Perdónenme la solté por el susto.

-Perfecto, tengo que pensar *umm*... hay dos posibles situaciones, que hayas dejado tu cola en un lugar que no la vea nadie y se descomponga rápidamente, lo cual dudo; o que la hayas dejado cerca del lugar en el que lo mataste, lo que es más probable.

-Bueno, esta decidido- dice Jiomí mientras se levanta y a la vez levanta un Brazal antiguo de cuero y su confiable daga curvada.

-Al mismo tiempo Bardon se levanta y agarra su revólver común y corriente junto con su pistola de dardos y las enfunda en un instante a la perfección al más puro estilo vaquero del oeste, se acerca a su mesa al lado de su cama a agarrar su espada pero se retracta porque no cree que sea necesario-Okey, no hay tiempo que perder-agarra unos granos de café y los huele para quitarse el olor a sangre.

-Yevel intenta levantarse pero no puede, al estar acostumbrado a caminar con su cola sus pasos se ven entorpecidos, la pérdida de sangre es lo de menos ya que el tiene una alta capacidad curativa-Iré con ustedes.-Dice Yevel esperen a que pueda recuperar un poco el equilibrio...

-Vamos Yevel, ¿como carajos llegaste hasta acá? si pasa mucho tiempo descubrirán el cadáver junto a tu cola-Dice Bardon mientras se acerca a una percha para recoger su chaqueta.

-No importa Yevel, nos alcanzas ahora-sugiere Jiomí mientras ella también se acerca a la percha para recoger un abrigo de lana.

-Okey, los alcanzaré en cinco minutos-

Solo quedan los huesos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora