La sala de la verdad

19 1 0
                                    

Todos nos callamos y nos miramos entre nosotros, Chia estaba paralizada, Brad y yo analizamos cada centímetro de esa pequeña habitación en menos de dos segundos, faltaban seis para que Ameth y el sujeto llegaran hasta la puerta. Sin pensarlo dos veces agarré la mano de Chia y la de Brand y los halé hasta unos casilleros en los que almacenaban escobas y trapeadores, los empujé adentro y cerré la puerta. -Mierda no tengo donde esconderme ¡Van a entrar! ¡No tengo tiempo!

La puerta se abre y entra el hombre con una mirada de satisfacción mientras Ameth lo sigue con mirada de muerta.

-Casi me encuentran...-Digo yo suspirando del alivio mientras me escondo del sujeto encima de su cabeza sujetándome con brazos y piernas, estirándolos como si fueran ramas. -Menos mal que he visto muchas películas.

El hombre que había secuestrado a Ameth estaba justo debajo de mí, lo puedo atrapar ahora mismo con las semillas que deje en sus bolsillos, pero... necesito mas información. En todo caso ¿Qué van a hacer aquí? ¿Acaso va a... violarla?

-Por aquí debe de estar el interruptor. -Dice el hombre en voz alta. Mientras enciende las luces de la pequeña habitación llena de utensilios de limpieza. -No sé porque se molestan en ocultar tanto esta entrada. -Sigue diciendo el con su desagradable tono de voz. -Debería estar debajo de esta caja...

- ¿Acaso esta es su guarida? Si es así lo siento mucho, ameth, Chia, tendrán que esperar un poco más. -me mentalizo yo mientras me resigno a detener al sujeto, por lo menos parece que Brad y Chia están confiando en mi decisión, si yo estuviera en la posición de Chia, no dudaría dos veces en salvar a mi hermana... un momento... es verdad... yo tenia una hermana...

El hombre que estaba con Ameth pisa diecisiete veces sobre una de las losas de cerámica y se abre debajo de sus pies como un tipo de compuerta. -Aquí tengo a la chica. -Dice él con un tono serio y asustadizo.

-Bien hecho Mahgüer, serás premiado en la próxima reunión. -Dice el hombre que estaba adentro de ese pasadizo mientras abre la compuerta lo suficiente como para dejar pasar a Ameth a través de ella.

Mientras el hombre pasaba sus manos a través de la escotilla yo me suelto del techo en el momento justo para caer sobre la losa que funcionaba a modo de compuerta y destrozo los dedos de la persona que se encontraba abajo. - ¡Ahhh, maldito! -Puedo escuchar los gritos de dolor de la persona de abajo mientras activo las semillas para atrapar de nuevo al secuestrador de Ameth. -Esta vez no tendré piedad contigo. -Le digo yo con una voz apagada y sin sentimientos de empatía alguna.

Las enredaderas lo atrapan rápidamente y lo envuelven por completo hasta el cuello, a la vez que sellaba la entrada a su guarida con raíces que brotaban de mis piernas.

- ¡Ah! Maldita niña, tu eres la pequeña perra del metro ¡Prometo que te matare! -Dice el mientras jadea por el dolor.

-Inténtalo si puedes, te romperé los huesos si sigues forcejeando. -Le respondo yo con una voz de odio.

-Jejeje. -Se ríe el mientras me jadea y forcejea con mis lianas. No lo dudó ni un momento, empezó a forcejear para romper las lianas con toda su fuerza.

-Tú te lo buscaste. -Le digo yo mientras aprieto con todas mis fuerzas sobre los brazos y piernas.

-Jejeje. -Vuelve a reírse él mientras yo espero escuchar el crujir de sus huesos, pero no escucho nada...

- ¿Qué pasa? No puedo romper sus huesos... -Pienso yo mientras saco lianas de mis brazos para darle soporte a mis semillas.

*Crac* Se escucho el primer hueso romperse. - ¡Ah! ¡Ah! -Grita él, pero sigue forzando y jadeando.

Solo quedan los huesos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora