Devuelta en casa

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Devuelta en casa

Estoy muy agotada después de esa pelea. Klaus me explico que mi cuerpo se regenera gastando esencias del aire y con la luz del sol, pero ahora es de noche, no tengo suficiente fuerza. -Chicas... déjenme sentarme un momento... -les digo mientras me recargo en una pared.

-Debes estar muy cansada, tienes la frente ensangrentada. -Me dice Chia mientras me ayuda a sentarme en el suelo. - ¿te duele?

-No, naturalmente la herida ya estaría cerrada, lo que tengo en la frente es solo un poco de sangre que quedo de la herida. -Le respondo a Chia honestamente.

-Eres muy fuerte, pero ahora estas muy mal. -Dice Chia con los ojos aun empañados.

-Estas exagerando Chia, jaja, voy a estar bien. -Le digo mientras me consigo poner de pie. - ¿Ves? Estoy perfectamente... -Digo Mientras me tropiezo al dar el primer paso. – Bueno, aunque si estoy dispuesta a recibir ayuda de mis amigas.

Ameth y Chia se miran mutuamente y toman mis brazos para sostenerme de sus espaldas mientras yo voy caminando forzosamente entre ellas.

-Gracias chicas.

-De nada Nina. -Dice Ameth

-No, gracias a ti. -Me responde Chia.

Justo antes de llegar a la mansión de los Greenwood empecé a escuchar una voz que me llamaba desde detrás de mí. - ¡Nina! ¡Nina! ¿¡Estas bien!? -Era Alph, me estaba llamando. -Sosténganla ahí, yo las ayudare a entrar. -Él estaba muy preocupado, por otro lado, Klaus venia con Alph, pero no tan preocupado como su hermano, él venia con los brazos cruzados y una especie de sonrisa de satisfacción.

Mientras Alph me abría la puerta, Chia y Ameth me ayudaron a entrar el cálido y reconfortante ambiente del hogar, Klaus entra de ultimo en la casa y justo antes de encajar la puerta en el marco un pie impide que se cierre, era un para nada envejecido Bardon, después de cinco largos años en ese planeta era la última persona que esperaba ver ese día. -Hola Bardon, cuanto tiempo, no me encontraste en mi mejor momento, jeje. -Le digo yo impresionada para forzar una conversación. Después de todo, Bardon fue quien me ayudo desde un principio a salir adelante.

-Hablaremos mas tarde Nina, tu ve a descansar. -Me dice él con un tono de voz que claramente indicaba alivio. Sera que... ¿Bardon me estaba observando? ¿Me vio pelear? Sea como sea, parece que no vino a hablar conmigo. Lo mejor será que haga lo que me dicen...

Bien, ahora que estamos solos, tengo que hablar con ustedes. -Dice Bardon a Klaus y Alph. – Ustedes dos son unos desgraciados, como son capaces de hacerle eso... - Dice Bardon mientras pierde la compostura en su forma de hablar.

-No se de que me estás hablando Bardon. -Responde Klaus haciéndose el desentendido. -Ademas ¿Quién te dio permiso para entrar en esta casa? Y antes de todo ¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres con ella o con nosotros después de pasar cinco años incomunicado?

-He venido a hablar con ella, pero me la he encontrado peleando contra una chica de su escuela y justo antes de detenerla los vi, ustedes estaban observándola desde la copa de un árbol y no hicieron nada. – Dice Bardon sumamente ofendido. - ¿Cómo supone que confié en ustedes después de ver esa demostración tan horrida de negligencia?

-Y tu vienes a criticar nuestros métodos ¿¡Qué has hecho tú!? ¡Te fuiste y la dejaste con nosotros! -Le dice Klaus indignado. - ¿Qué estuviste haciendo todos estos años? -Reclama Klaus a Bardon.

-Estuve haciendo algo mucho mas eficiente que poner a pelear a dos chicas de secundaria. Estuve averiguando sobre la raza que nos ataco en la tierra... Pero de seguro a ti no te importa eso ¿no Klaus? Solo te importan esencias. -Dice Bardon muy decepcionado.

Solo quedan los huesos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora