Incertidumbre

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Ayer ocurrió de nuevo, la incertidumbre se adueñó de este recipiente, y lo empezó a llenar de miedos e interrogantes.
Estaba en mi cama destendida, podía sentir las migas de pan de comidas anteriores ,entre la fría piel de mi espalda, ya que la pereza también asistió al festín en mi cerebro.
Ahí me encontraba yo entre platos sucios, libros sin terminar, monticulos de ropa y papeles varios....Afortunadamente tengo una cama grande pensé,mientras movia la pila de objetos al otro lado de la misma.
Gire sobre mi misma cerré mis ojos y me dispuse a dormir, y ocurrió la visita, Doña incertidumbre llegó con sus amigos, infelicidad, miedo y ausencia.
Ausencia saludo primero recordandome lo mucho que extrañaba el calor de mi abuela y las risas de mi tia, que diferente sería mi vida, si al llegar a casa tuviera el pan caliente de mi tia, junto a sus charlas que hacían de guía y sostén, o el perfume de mi abuela con sus múltiples actividades que ocupaban mis tardes.
Como cambian los tiempos pensé, ahora me encuentro sola en Esta habitación vacía, me pregunto Si fue una buena independizarme o sólo fue una escapatoria a los problemas familiares, la cuestión es que sin esos problemas sólo tengo ausencia.
Tras esos pensamientos llegó el miedo, el miedo de no saber que es lo que me depara el destino, de que mis tormentos del pasado se hagan presente de nuevo, de no tener un rumbo o propósito. Y arribó la pregunta que inundó todo el recipiente y retumbo haciendo eco en mi mente ¿para que vivo?
Ahí la infelicidad se adueñó de mi y me di cuenta q nunca fui feliz que lo máximo que tuve fueron chispas de felicidad que al apagarse aumentan más el abismo de la tristeza.
Mares salados se abrieron paso por mis mejillas y cientos de caballos galoparon en mi pecho, cada bocanada de aire provocaba en mi un dolor ahogado, sentí undirme en mi mar salado.
Me Levante decidida de un tirón de la cama, camine a paso firme hacia mi placar saque una pequeña decorada con servilletas como mi abuela me enseñó, dentro habían tres cartas con sus correspondientes sobres rosados.
me diriji al comedor poniendo las cartas sobre la mesa, sobre la primer carta, dirigida a mi padre puse mi lámpara de sal junto a un papel q decía fuiste la luz de mis ojos.
Segunda carta dirigida a mis amigas de la secundaria puse sobre ella tres collares junto a la inscripción las seguiré cuidando. Y sobre la última carta dirigida a mi mejor amiga y mi pequeño ahijado, el anillo de mi tia con la inscripción "son lo más preciado".
Cientos de lágrimas mojaron las cartas mientras las acomodaban, procedi a respirar aunque el aire No quería entrar a mi cuerpo, camine hacia el placar me puse una remera de mi papá q Aún tenía su aroma y la pollera de mi abuela, Me mire al espejo con mis ojos hinchados recordé que alguien me dijo una vez "mi muchachita linda, no debe llorar" sonreí y seque mis lágrimas. Tome del fondo del placar una pequeña bolsa y tome una a una cada pastilla que en ella se encontraba.
Volví a la cama,Me pregunté si debería ordenarla, llegue a la conclusión que prefería acostarme a esperar, pose mis ojos sobre el techo y sobre el se empezó a proyectar cada capítulo de mi vida, ¿que fue lo que atrajo a esta desicion?

Reflexiones de un cuerpo vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora