Siento luces a través de mis párpados.
– ¿Señorita?
Abro mis ojos lentamente como si fuera pesado hacerlo y, mientras me incorporo, puedo ver a la mujer policía y todas las patrullas con las luces de hace un rato. Mis padres estaban allí conversando con algunos otros policías, se veían preocupados.
– ¿Qué pasó? – Pregunté.
– Escapaste de la escuela y un chico nos informó que te vio venir aquí cuando fuimos a interrogar. Si no fuera por él, no te hubiéramos hallado.
– Ah...
La manta que me cubrió en la noche ya no estaba más.
– ¿Sabe quién era el chico? – Pregunté curiosa.
– No, pero vestía de negro y tenía un par de ojos celestes. Quizás lo conozcas, él va a tu secundaria.
Él.
Tan pronto como mi madre me vió, vino a abrazarme y mi papá estaba detrás de ella.
– Hija, ¿qué fue lo qué pasó?
Mi mamá y papá me dijeron varias cosas sobre mi "escape", que en realidad, considero como un ataque de pánico. Traté de explicárselos, pero decían tanto a la vez que no entendí y mi cabeza empezó a doler cegando mis pensamientos.
Después de todo aquello, por fin estaba de nuevo en casa, al llegar sorprendentemente mi hermano me abrazó tan fuerte como pudo.
– No vuelvas a hacer algo así. ¿De acuerdo? – Por su voz noté que estuvo llorando.
– De acuerdo. – Afirmé, correspondiendo su abrazo.
Mi hermano y yo podríamos pelear, fastidiarnos y burlarnos del otro, pero después de todo, es mi hermano gemelo y lo amo demasiado, estamos conectados de alguna manera y no podemos soportar que algo le pase al otro, hasta puedo sentir cuando él tiene algún dolor.
Esa noche estuve todo el tiempo con mis papás y Lucas, les expliqué que me dió un ataque de pánico por algo que vi, por supuesto no les dije del tipo con el que sueño, inventé algo más. Por suerte me creyeron o eso pensé, luego fui a la cama a dormir y fue una noche en paz luego de varios meses soñándolo en ocasiones.
***
Me levanté para un día más de escuela.
Lo primero que pensé es en que si él, sabes a quién me refiero, fue el que avisó a la policía. Sin embargo, traté de apartar todos esos pensamientos y olvidarlo todo, sí como si nada hubiera ocurrido, porque al final, últimamente ya no sueño con él y tampoco lo hacía todo el tiempo. Solo trataré de que sea simplemente algo raro que me pasó durante un periodo e ignoraré todo, incluyendo el hecho de que lo veré todos los días, a lo mejor él ni siquiera está enterado de todo esto y yo simplemente soñé con su figura por haberlo visto en algún lado. Me quedaré así más tranquila y dejaré de tener ataques extraños.Después del desayuno y todo lo necesario, ya estábamos en el autobús camino a la secundaria y, al llegar a mí salón, no había nadie. Ayer llegué muy tarde, hoy muy temprano.
Me senté en una de las carpetas de en medio. Acomodé mi mochila y saqué mis cuadernos. Luego escucho a alguien entrar y una mochila azul es colocada en la carpeta al lado mío y la persona se sienta, era Nicolás, no sé porque recuerdo su nombre, apuesto que él no tiene idea del mío.
– Hola – Saluda con una amable sonrisa cerrada y, dibujada en su cara tierna, tenía un par de ojos verdes, además de el cabello castaño con rulitos. Es muy lindo.
– Hola – Respondí tratando de sonreír, pero no me era muy fácil hacerlo
– Y... Julieta, ¿así te llamas, como en Romeo y Julieta?
Hola Pedro, ¿Te llamas Pedro como en Pedro pica piedra?
¡No, se llama Bob como en Bob Esponja! (Sarcasmo)
Lo pensé y obviamente no lo diré.– Sí, mamá ama ese libro. – Tal vez di muchos detalles.
– Mm... – Dio una pequeña mirada a la ventana y luego volvió a mirarme – te escapaste del colegio.
Y fue en ese preciso momento cuando la vergüenza se apoderó de mí y de mis mejillas.
– Eh, no... yo-
– No tienes que explicarlo, tranquila.
– Gracias. – No dije más, soy muy tímida como para continuar la conversación, debo mejorar eso.
Él rompió el silencio que se había formado–, Eres hermana de Lucas Benott, ¿cierto?
– Sí, ¿como sabes?
– Tu hermano es viral, además con su canal de YouTube, es genial.
Olvidé la pequeña fama que ganó Lucas últimamente, hacía lo que más le gustaba en redes sociales y a la gente le agradaba, especialmente a las niñas, pero tenía mucho público variado. Lo sé porque no ha parado de hablar de eso.
– Sí él hace lo que le gusta.
– También tengo un canal y soy algo conocido, pero no tanto.
– Interesante.
– Deberías abrir tus propias cuentas, te iría bien porque eres muy bonita.
Y sip, el rojo se volvió a apoderarse de mis mejillas. Casi asi siempre la gente alaga mi supuesta belleza, pero él lo hizo especial.
– Gracias, supongo. – A este punto estaba con la mirada baja y llevando un mechón de mi cabello detrás.
Escuché ligeras risitas de su parte.
– Tienes unas lindas mejillas rojas ahora mismo.
– Lo siento es que mi timidez y eso – No lo arruines Julieta, no le digas eso.
Por suerte él me interrumpió antes de que empiece a tartamudear explicándole ridículamente el motivo de mi sonrojación.
– ¿Porqué te disculpas? Podría verte así todo el tiempo.
¿Estaba coqueteándome?
No lo sé, pero ya estaba roja como una cereza.Para mí buena suerte, el profesor llegó luego de eso y después todos los demás alumnos. Pero Bree aún no llegaba.
Al final del primer bloque de clases llegaba el receso, todos salieron, pero yo no tenía alguien con quien salir (Bree había faltado), por lo que decidí ir a la biblioteca y comer mi almuerzo allí.
Pregunté a algunos maestros que estaban por los pasillos el lugar de la biblioteca. Al llegar tomé un asiento lo más aislado posible, saqué mi almuerzo y leía un libro con cuidado de no mancharlo con comida.
Levanté la vista del libro para revisar un poco el lugar y, en un sofá rojo al otro lado del salón, estaba sentado Nicolás. No pensé que un chico como él sea lector, es decir parece muy popular y el típico chico adolescente-rebelde, al parecer me equivoqué.
Llevaba un suéter azul y un jean, todos llevaban jeans, que era parte del uniforme escolar junto con una playera- no obligatoria- que Nicolás omitió poniéndose el suéter. Acomodé mis lentes para verlo mejor, él era muy guapo, esos ojos y ese cabello. De pronto sentí algo en el estómago cuando él alzó la vista y nuestras miradas se encontraron abriendo paso a su vez, a la tercera vez que me sonrojo en el día, es incómodo cuando alguien te atrapa mirándolo.Luego me dió una sonrisa amable, probablemente al ver la expresión en mi cara. Traté de devolverle la sonrisa y lo que sea que esté sintiendo en el estómago se intensificó cuando él empezó a acercarse con su libro cerrado.
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Foscorllum
RomanceHace años, en realidad, milenios, un amor blasfemo nació entre las alturas del cielo. Un ángel oscuro, sí un demonio, se enamoró de un ente de luz, un ángel de la especie más pura. Ambos se juraron amor eterno, pero serán descubiertos y separados, d...