CAPITULO DIESCISÉIS

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Hay una revolución dentro mi, pero él, como si me fuera a romper, me toma de las muñecas y me aparta. Fruncí el ceño y él me regalo una pícara sonrisa.

- Estás ebria- dice y luego sonríe. Se da la vuelta y continúa preparando el café. Luego vuelve con una taza blanca en las manos- Toma, esto te ayudará.

- Quiero besarte - Digo mirando y sonriendo de una manera impropia de mi.

El solo se ríe y deja la taza del café en la encimera-, Sera mejor que te lo tomes.

- Pero yo quiero saborear tus labios, no al café. - Digo extendiendo mis brazos. ¿Qué me pasa?

Solo consigo provocarle más risa, ¿se está burlando de mi?

Me cruzo de brazos y hago un puchero como una niña pequeña, me debo de ver muy ridícula. Juro no volver a tomar en mi vida. Él se acerca a mi y dirige la taza de café hacia mis labios, siento la loza caliente sobre ellos y el olor y la calidez del café asaltar mis fosas nasales. Empiezo a beber del delicioso líquido como un vampiro bebiendo sangre humana. El café es lo mismo para mi que la sangre para ellos, me encanta y además, me mantiene despierta.

- Gracias - Digo al acabarlo todo. Y para completar lo infantil que me siento en estos momentos, después de hacerle pucheros y que me diera el café literalmente en la boca, me limpia con un poco de papel al rededor de los labios.

- ¿Por qué me trajiste aquí? - Pregunto mirando los alrededores.

- Estabas vomitando y aún sigues ebria, solo te ayudé.

- Gracias. Tienes una linda casa.

- Es de mi madre, yo solo estoy de pasada. - Luego los dos nos quedamos en silencio, pero no era incómodo.

Me mira tan bonito que se siente como si contemplara una bella constelación. Yo le sonrío y él me aprieta suavemente el cachete y sonríe como un niño. Se ve tan tierno.

Y con las pocas gotas de bebida dentro de mí, me lleno de valentía y le pregunto: - ¿Por qué me besaste?

Él frunce el ceño-, Creo que te dije que tenías que esperar para que te pueda explicar.

- ¿Esperar qué? Ni siquiera te conozco y me besaste, me miras de una forma como si me conocieras y...- Estaba apunto de decirle a este chico, prácticamente extraño para mí, que soñé con él.

- ¿Y qué? - Se acerca más a mi.

- Yo...Nada, olvídalo.

- Dime - Exige poniendo la mano el la encimera.

Decido simplificarme la existencia y soltarlo de una vez por todas-, Soñé contigo- Me mira y su expresión es neutra mientras yo siento como el sudor resbala por mis manos y continúo- Literalmente, ¡durante casi un año! Estaba atormentada al ver casi todos los días tu perfecta presencia en mi mente, siempre estabas allí y por más que traté, nunca logré descifrar quién eres... Al verte en mi nuevo colegio algo parecía derrumbarse, y antes de eso te apareciste cerca a mi casa. Me entró una crisis de pánico que desde hace mucho no me había dado. ¡Simplemente pienso que me estoy volviendo loca! - solté un largo suspiro después de que por fin me he desahogado. Él no decía nada, empezaba a pensar que todo lo que le dije fue un error.

- Estuvo bien que me lo contaras así se te hará más fácil escuchar lo que tengo que decirte.

- ¡No le des más vuelta y dímelo ya! - Antes de que pueda protestar más me calla con un beso, qué buena forma de deshacerse de mí y parece que está funcionando, continuamos besándonos, pero de los besos sencillos y lindos. Siento mil mariposas y un fuego que se expande más dentro de mi. Me deja acariciar su cabello y es una de las mejores cosas que han tocado mis manos. Finalmente, me da un pequeño beso en la frente.

Besar sus labios fue como probar de la droga más pura, es la tercera vez que lo beso y ya empiezo a acostumbrarme.

Acuna mis mejillas en sus manos-, Podría vivir para siempre de solo besar tus labios, si eso me diera vida... y de alguna forma lo hace. - Sonríe y yo hago lo mismo. Me abraza y yo apego mi cabeza a su pecho y escucho sus latidos que van casi tan rápido como los míos. Siento que lo que estoy haciendo es una locura y efectivamente lo es, estamos locos. Pero el ser cuerda es algo que ya no está presente en mi y parece que en él tampoco, aunque lógicamente no lo conozco, siento que ya pasamos juntos toda una vida. Algo muy fuerte nos conecta, tan fuerte y tan real que creo que puedo tocarlo.

FoscorllumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora