༺Primera pieza

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Mensaje de Texto cinco cuarenta y ocho de la tarde.

Número desconocido

"Hola Taehyung, sé que ya ha pasado un año desde que terminamos nuestra relación, pero me tienes muy preocupado, no contestas mis llamadas, no contestas las llamadas de Yugyeom, y dice Jimin que hace más de ocho meses que no te ve. No sé que este pasando contigo, ¿qué te ha ocurrido? ¿dónde estás? ¿por qué no te dejas ver? Espero contestes mi mensaje. Saludos y un fuerte abrazo. Jeongguk."

Diez meses atrás

Taehyung corría por las oscuras calles de Daegu en busca de un refugio y de salvación, no sabía la gravedad del error que había cometido, rogaba por qué esto solo fuera un sueño del que pudiera despertar ya.

Parecía que caería un diluvio esa noche, su ropa estaba totalmente mojada y su cabello se pegaba a su rostro impidiéndole tener una buena visibilidad.

La lluvia quitaba todo rastro de elixir rojo de sus manos y vestimenta, era raro, ya que su cabello también había terminado rojo pero no importaba lo tenía teñido de un rosa-rojo.

Se encontraba solo, sabía que había una mínima posibilidad que en estos momentos lo estuvieran persiguiendo, y no era tonto como para esconderse en el primer lugar que tuviera una fachada de normal y seguro.

Después de unos minutos de martirio logró llegar a unos suburbios no muy lejos del centro de la ciudad, encontraría una casa donde poder pasar la noche sin que lo descubrieran.

Las casas eran bastante grandes a lo que estaba acostumbrado y había tantas de estas en las que no se decidía por cual le daría mejor comodidad y seguridad.

Las gotas de sudor no eran notorias gracias a la lluvia, pero juraba que si no estuviera cayendo aquel diluvio estaría igual de empapado pero de sudor.

Al final se introdujo sigilosamente hasta una casa que se encontraba al final de la calle y al parecer se encontraban personas mudándose, las luces estaban apagadas, así que le dio la mejor oportunidad y seguridad para entrar al hogar.

Decidido se adentra esperando no toparse con alguien o algo, resguardándose de la lluvia y el frío entra al lujoso hogar, donde había cajas y mantas cubriendo seguramente una mesa y uno que otro sofá, era bastante grande y de un momento a otro se imaginó viviendo aquí con un esposo e hijos.

Dejando el tema, tomó su teléfono móvil esperando recibir recepción de señal para pedir ayuda a la primer persona que atendiera la llamada.

No recibía señal alguna debido a la tormenta que se estaba llevando acabo allá afuera. Tirado en el piso recargado en la pared golpea el suelo con molestia y no puede evitar llorar por su situación.

Creía que estaba haciendo lo correcto, que la justicia se debía hacer, pero su mentalidad tan fatalista lo llevo a hacer lo peor que un ser humano puede hacer en el mundo.

No le importaba, él sólo lloraba por algo, y no era por sus manos antes manchadas o su ropa roja, era por el simple hecho de que lo que más quería, apreciaba, adoraba y cuidaría con toda su vida ya no estaba con él, cuidándolo como desde el principio, ahora estaba solo, siempre se sintió de esa forma desde antes que él llegara, pero su parecer cambio cuando lo conoció, e igualmente cuando se fue.

Numb to the feeling //KookV// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora