༺Quinta pieza

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Escuché que tenías un corazón,

déjame ver.

༺𖤍༻

Mensaje de Texto ocho cincuenta y ocho de la mañana

Número desconocido

"Te encontré"


Un mes atrás

Jeongguk miraba a la venta desde hacia ya una hora y media, pues Jimin prometió llegar hace dos horas, y el alto está muriéndose del aburrimiento. Suspiró pesadamente llevando su mano directo a su cabellera para peinarla un poco, miró nuevamente al frío cristal esperando ver la pequeña figura de su amigo.

Hoseok y Yugyeom salieron hace un par de horas dejándole la tarde libre al alto, sólo esperaba poder pasar el rato con su mejor amigo y platicar de su viaje en Pyongyang.

Casualmente Jimin tuvo que quedarse un tiempo más en Pyongyang, sin saber el porque, Jeongguk no se negaba que esto era una mala idea, su amigo llevaba tres semanas en aquel país y lo peor fue que después tuvo que ir a Busan para visitar a su abuela y pasar una semana más fuera de Daegu.

Jeongguk por su parte estuvo los días restantes averiguando más acerca de Taehyung y de su localización, pero como dijo Hoseok: —cuatro cabezas, son mejor que tres.— y llegó a un punto en el que se rindió. No había información relevante, no había nada de él.

Se levantó de su lugar con pesadez intentando incorporarse para no caer. Caminó hasta la cocina para tomar un vaso de agua, su garganta estaba seca. Miró el reloj de la pared con una mueca, estaba fastidiado, tuvo que esperar mucho tiempo, estaba harto de todo, ni Yugyeom, Hoseok o Jimin que habla por Skype con él, lo entendían, nadie lo entendía.

Su hogar era demasiado fresco y ahora más desde que está solo, su cama es fría igual que su habitación, ahora sólo habla a un aparato electrónico que está en conexión con uno de sus amigos, pero ya, no hay nadie con quien hablar.

Andar por las calles de Daegu se volvía más pesado y doloroso, aún cuando estaba con uno de sus amigos, se sentía solo. Ver a las parejas era como un recuerdo lejano para él, porque cuando veía a dos personas abrazadas y demostrándose el afecto que le tenían una a la otra, él se sentía mísero, y veía a Taehyung tan lejos e inalcanzable que aveces decía darse por vencido y esperar, pero su amor codicioso lo hacía arrepentirse y decirse a sí mismo que haría todo para tener a SU Taehyung de nuevo en sus brazos.

Yugyeom lo visitaba todos los días por la mañana y noche, sólo para verificar si se encontraba bien, pero el alto debería ser quien esté cuidando de él, pues es aún un adolescente, según Taehyung. El castaño conversaba todos los días con Jeongguk, por el simple hecho de que él estaba demasiado no ocupado observando la explicación del profesor de matemática.

Por otro lado Yugyeom y Hoseok se habían vuelto tan cercanos que seguramente Taehyung se estaría muriendo de celos si los viera juntos todo el día. Eran como dos científicos locos parloteando de cualquier cosa que tenga que ver con la ciencia, claro que Jeongguk no entendía nada de lo que ellos dos decían.

Los días pasaron desde la última vez que ellos tres se juntaron en la casa de Hoseok para averiguar cualquier dato que los pudiera llevar a Taehyung, lamentablemente esperar se vuelve más cansado y doloroso, y encontrar pistas era muy lento, porque había una en un millón.

Los segundos eran lentos y pareciese como si el tiempo se hubiera detenido, el sosiego reinaba aquella parte de la casa, no había nada que hacer y lo único relevante era respirar. Secó con la manga de su sudadera una gota de había que caía por su barbilla, suspiro mirando la luz cegadora que provenía del exterior de su hogar.

Numb to the feeling //KookV// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora