Numb to the feeling //KookV//

༺Segunda pieza

Mensaje de Texto seis en punto de la tarde.

Número desconocido

"Aún no se porque razón sigo haciendo esto, la última vez que te vi fue hace once meses, me preocupa no saber nada de ti, desearía saber que es lo que estás haciendo en estos momentos, no sé que te esté ocurriendo, pero es preocupante tu situación, ¿quién eres verdaderamente? Daré con tu punto e iré por ti, no lo dudes.
Jeongguk."

Ocho meses atrás

Las calles de Seúl eran frías, siempre lo habían sido desde que llegó ahí.

Taehyung caminaba con su chaqueta blanca directo a un súper mercado. Aún conservaba ese teñido color rojo.

Suga le había dado específicas instrucciones sobre el paquete que tenía que recoger de aquel súper mercado.

Entró con naturalidad al lugar mirando a todos lados buscando a quien lo estaba esperando. Un hombre de una altura dudable se encontraba observando a Taehyung desde que entró al centro.

De inmediato el pequeño se dio cuenta de quien se trataba y caminó hasta él con las manos en los bolsillos.

—V, ¿verdad?— dijo el hombre acercándose a él.

Taehyung asintió mirando al gran hombre delante de él. Se paró frente a él con una sonrisa coqueta.

—¿Lo tienes?— pregunta este de brazos cruzados, esperando que asienta. —Bien.

El paquete es algo simple, una bolsa pequeña con un contenido importante dentro. Taehyung sonríe y camina hacia la salida nuevamente con naturalidad.

No le había costado nada, se acostumbró a este tipo de cosas ya. Con una sonrisa de victoria camina por las calles de Seúl observando el cielo lleno de nubes que no lo dejaban ver las bellas estrellas.

Bufa con cansancio, toma de su bolsillo una golosina quitando la envoltura de esta para metérsela a la boca. Una paleta de uva no le haría daño en estos momentos.

Caminó hasta una tienda de autoservicio esperando encontrar algo de beber.

Ya era bastante tarde como para estar paseando por las calles de Seúl, a Taehyung le importaba en lo más mínimo, bien sabía que podía protegerse a si mismo.

Ingresó al lugar haciendo sonar una campanilla y llamando la atención del vendedor, el del pelo rojo lo ignoró y caminó tomando su celular directo a las neveras.

Sí, había podido comprar un teléfono móvil con el dinero que había obtenido gracias al trabajo de Yoongi. Para su beneficio le sobraba el dinero que había ganado en tan sólo dos meses y podía comprar todo lo que quisiera, aunque siempre fue un tacaño que guardaba el dinero para algo especial.

La llamada tomó tono, Yoongi estaba ocupado seguramente, de mala gana lanzó su teléfono y caminó hasta la nevera más cercana para tomar cualquier bebida que se le pusiera frente a él.

Sin importarle lo que el vendedor piense se recarga en la nevera deslizándose para terminar en el suelo.

Su teléfono comenzó a vibrar, Taehyung se arrastró hasta donde este de encontraba para tomarlo.